'Encrucijada', un homenaje serializado a los voluntarios de Cruz Roja

Disponibles ya en la página web de la organización, a través de su canal en YouTube, la ficción, en la que han colaborado actores como Jaime Blanch, Emilio Buale, Lucas Miramón, Lucía Caraballo o Ruth Díaz, se podrá ver en Movistar+ a partir del próximo 23 de noviembre. «Nuestro objetivo -explica Belén Viloria, responsable de Marca y Comunicación de Cruz Roja España- era precisamente mostrar a la sociedad quién es ese voluntariado, qué son capaces de lograr y hasta dónde son capaces de llegar. También mostrar las nuevas narrativas de Cruz Roja, en un formato totalmente innovador, y descubrir cuáles son las áreas de actividad de la organización, que van más allá de la intervención social, de las emergencias, y que están también presentes la educación, en el empleo o en el medio ambiente».

Ha sido Pablo Lara el responsable de dar forma sobre el papel a estas cuatro historias -'Peones', 'No tengas miedo', 'Beep' y 'Aquellos ojos verdes'- que parten de un par de ideas: ¿qué pasaría si tu vecino fuera voluntario? ¿cuáles son las historias del día a día? Dice Lara que el reto «fue grande». Al fin y al cabo, «no es una serie de ficción, hay que hablar de sentimientos y contarlo todo en muy poco tiempo, porque son historias de entre cuatro y cinco minutos, que protagonizan personas como tu y como yo, y lo difícil es darle ese toque de humanidad y profundidad». En este sentido, gran parte del trabajo consistió en entrevistar a los voluntarios reales y extraer la esencia de cada una de esas historias, «que luego se acaba resumiendo en una frase. Aquí no hay peripecias», sostiene el guionista.

Cada episodio aborda una de las diferentes labores de los voluntarios: desde las emergencias, hasta la pobreza energética. Esas distintas áreas temáticas dieron la oportunidad a Lara de trabajar con estructuras y géneros distintos para cada capítulo «porque la vida tiene momentos diferentes». «Fue un privilegio porque nos hemos permitido el lujo de hacer hasta una introducción de terror», comenta entre risas quien está convencido de que «cuando se alían guion y dirección todo crece».

Detrás de las cámaras se ha colocado Borja Crespo, que ya habla de esta miniserie como uno de sus trabajos favoritos. Desde el principio al realizador le encantó el proyecto. Por un lado, porque se trataba de colaborar con Cruz Roja; por el otro, porque aunque la duración de la serie es corta «tiene una densidad emocional muy grande». Así las cosas, afirma que «ha sido un reto cumplir desde la dirección» y destaca el respaldo de The Mediapro Studio, al tiempo que celebra la idea de 101 de hacer una serie de branded content, «algo bastante novedoso y no muy extendido». A su juicio, trabajar con actores como Ruth Díaz «ha sido un lujo», y contar algo en tan poco tiempo y llegar a la gente «es algo maravilloso».

Invirtieron un día para rodar cada capítulo y una mañana para grabar las voces en off de uno de los capítulos, todo un reto en plena pandemia y justo cuando Cruz Roja había multiplicado su actividad diaria por cinco para poder ajustarse a las necesidades de la población másvulnerable. «Rodamos con un equipo ajustado, pequeño, dadas las circunstancias, y en agosto, con el calor y las mascarillas», explica Crespo. El realizador tuvo, por ejemplo, que ensayar con los actores a través de sistemas de videoconferencia. Aun así, «creo que lo hemos vivido todo con tanta intensidad y de forma tan especial que hemos aprovechado la circunstancia para que sea algo único. La entrega del equipo ha sido extrema y hemos rodado en 4k, como una serie al uso, para darle un toque que se salga de lo común y de lo ordinario», dice.

Precisamente lo de rodar con mascarillas inquietó al principio a Ruth Díaz, una de las actrices que colaboran en el proyecto. «Era lo primero que rodaba así y sí que pensé en cómo iba a poder transmitir las contradicciones de esta mujer y todo lo que siente con la mitad del rostro tapado, pero me planteé el rodaje como si no la llevara», comenta. Díaz ni siquiera se leyó el guion antes de decir sí al proyecto: «Me apetecía colaborar en algo así. Aparte del elemento artístico, creo que es muy necesario que utilicemos nuestra presencia para divulgar una serie de cosas para el bien común, sobre todo después de todo lo que ha pasado. Esta historia es un precioso homenaje a toda esa gente que está en primera línea, es un aplauso a toda esa gente imprescindible para que otras personas puedan tener una vida mejor y se sientan más acompañadas».

Cuenta Moisés Benítez, director de Voluntariado de Cruz Roja, que la pandemia ha consolidado un perfil de voluntariado que ya se venía notando desde hace unos años. Se trata de personas muy formadas -más del 50% tienen formacion universitaria-, que viene con unas capacidades y competencias propias. «Antes -dice Beníntez-, cuando cogíamos al voluntariado, lo formábamos hasta que estaba en el punto de intervención y ahora tenemos que capacitarlo en la operativa, pero viene con muchísimas competencias y nuestro reto consiste en explotar ese talento». No es la única necesidad. Otro de los problemas a los que la organización ha ido teniendo que hacer frente ha sido el de armonizar los tiempos y la disponibilidad de la gente. Mediante una app que muestra actividades y los horarios, la organización ha conseguido gestionar adecuadamente el tiempo del que disponen los voluntarios. Y da un dato más, ahora que un gran número de personas cuestionan la actitud de los jóvenes frente a la pandemia, Benítez señala que la media de edad de los nuevos voluntarios tras la emergencia sanitaria es de 36 años y que seis de cada diez de esos nuevos voluntarios son mujeres.