Las despedidas de soltero de Logroño, vistas por Leo Harlem

Y continúa con su tono socarrón, entre las risas del público asistente: «La despedida iba a ser en Pamplona, pero acabó siendo en Logroño porque es de donde les echaron del tren... son muy raritos los de Renfe (...). Así que Manuel y sus amigos decidieron repartir vergüenza ajena por todo Logroño».

«Se calcula que hasta 650 personas acuden a Logroño para celebrar su despedida. Tienen que estar hasta los coj***», apostilla Harlem. Y prosigue con sus bromas: «Normal que cada vez haya más bodegas en La Rioja: no dan abasto», termina el cómico para señalar que es necesario «beberse un vino para olvidar lo que los lugareños aguantamos con las despedidas».