Apple y el Mundial de Clubes

Hace unos días comunicaba que había comprado los derechos de la Europa y Conference League, la segunda y tercera competición futbolística en el Viejo Continente, para Suecia y Dinamarca. Un movimiento extraño -solo dos países-, relativamente barato y que se ha interpretado como un banco de pruebas para acciones futuras más expansivas. Netflix tampoco se ha quedado quieto: ofreció en directo el partido de exhibición entre Rafa Nadal y Carlos Alcaraz y emitirá el regreso de Mike Tyson a los rings. Y YouTube anhela por un paquete de partidos de la NBA.

Pero quien ha entrado, otra vez, poniendo mucho dinero encima de la mesa es Apple. Ya compró por una década los derechos de la liga estadounidense de fútbol (MLS) y se sospecha que quiere hacerse con los derechos de la Fórmula 1. Ahora, ha ofrecido mil millones de dólares a la FIFA por quedarse con los derechos del nuevo Mundial de Clubes de 32 equipos que se celebrará el verano próximo. Si acepta el organismo futbolístico, ¿qué hará la compañía de la manzana? ¿Los revenderá? ¿Tendrá que darse todo el mundo de alta en la plataforma? Un movimiento que puede encarecer más los derechos y perjudicar al aficionado.