Hay quien se queja de las tres horas de la secuela de 'Avatar', y, sin embargo, se traga de un tirón los diez episodios de 'Machos alfa', la serie del momento, que en total suman cinco horas y pico pegados al televisor. Es lo que ... se conoce como 'binge watching' o atracón de series, una pulsión que nos lleva a apretar la tecla del mando a distancia para eliminar los títulos de crédito y saltar al próximo capítulo.

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Un psiquiatra desvelaría que es el mismo mecanismo del enganche a las drogas: la irresistible necesidad de llegar hasta el final. ¿Por qué lo hacemos? Por la ansiedad de tener vista la serie y no quedarnos fuera del debate social. Si es buena, el 'cliffhanger', ese recurso narrativo que genera una tensión que necesita ser resuelta, ha funcionado; si la serie es mala, la vemos, nos las quitamos de encima y pasamos a otra cosa.

Netflix ha evitado los 'spoilers' con esta práctica de estrenar una producción con todos los capítulos de la temporada disponibles. A cambio, la novedad se quema pronto y el espectador se olvida de ella a la semana siguiente. Es una estrategia que puede cambiar a corto plazo según diversos analistas. Publicar un capítulo semanalmente como hace HBO Max, prolonga la atención sobre la serie y evita a los suscriptores que solo pagan un mes porque únicamente quieren ver un estreno. Al final, la rentabilidad de las plataformas depende de su capacidad para atraer y mantener suscriptores la mayor cantidad de tiempo posible.

El 'binge watching', como todo consumo compulsivo, implica riesgos para nuestra salud: desde desarrollar hábitos sedentarios a empeorar la calidad del sueño, pasando por insomnio, ansiedad o malas costumbres alimenticias. La cita semanal sentado en el sillón se antoja más sana que devorar capítulos en el móvil camino del trabajo.

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