Vicky reina en 'MasterChef'

Un trabajo desarrollado en los 120 minutos más estresantes de sus vidas y que, al final, se ha decantado del lado de Vicky. Esta carnicera mallorquina de 31 años, desempleada, se ha impuesto al imberbe oscense (Mateo apenas tiene 20 años) en una reñida final que ha demostrado el nivel del concurso televisivo. Como premio, ha conseguido 100.000 euros, la publicación de un libro de recetas y una beca para cursar el Grand Diplôme, el programa más completo de Le Cordon Bleu. Por su parte, Mateo ha logrado como finalista se lleva una beca de esta escuela para cursar un Diploma de Cocina.

En la final, Vicky ha presentado, como entrante, ensalada de espárragos con vinagreta de mostaza y esferificaciones de alcaparra; de plato principal ha cocinado asada con mantequilla de tomate y arroz negro y de postre una mousse de aguacate con jengibre con coulis de piña y bombones de queso. Un postre inspirado en un plato de Jordi Roca, considerado como el mejor repostero del mundo. No imaginaba que fuera tan fresco. Está muy bueno. Me alegro muchísimo de haberte inspirado, ha alabado el propio cocinero catalán. Eres toda intuición, le ha comentado su hermano Joan, que solo ha criticado la falta de alioli en su segunda propuesta.

Una intuición que le ha llevado a ganar el programa, a ser alabada por todo el jurado y, también, ser reñida. Tienes un don. Cuando un plato es sublime, hay que apuntar las cantidades para repetirlo, le ha explicado Joan. Por su parte, su hermano Jordi le ha asegurado que le iba a copiar las esferificaciones de alcaparra.

Por su parte, Mateo, puro hielo y tranquilidad, ha presentado una crema de borrajas con berberechos y parmentier de patata, becada al chilindrón y, de postre, experiencia laurentina (bizcocho de anís, helado de albahaca y melocotón con vino), una receta de su bisabuela que ha conquistado el estómago del jurado. Está muy bueno, la textura del helado es espectacular. Celebro que puedas apelar a explicar cosas de tu memoria, de tu entorno, de tus vivencias, a través de un postre. Me parece fantástico, ha alabado Joan Roca. Además, Mateo ha recordado que su postre es sin gluten, ya que es celiaco al igual que las dos señoritas de ahí arriba. Esas señoritas eran su madre Pilar y su hermana Alicia, orgullosísimas de este joven que quiere transformar la casa de sus abuelos. El mismo sueño, el de abrir un restaurante y continuar como su padre, tras los fogones.