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Lo mejor de la vida dura muy poco. Los helados, las vacaciones, un buen libro, una buena película, la vida de un perro y la canción 'Aliento de dragón' de Derby Motoreta's Burrito Kachimba (DMBK). El MUWI ya tiene otra muesca labrada en su ... memoria porque el concierto del grupo sevillano fue una tormenta de verano que arrasó con cualquier prejuicio. Vale que no han inventado nada, que suenan a Smash, a Black Sabbath, al 'Omega' de Morente y Lagartija Nick, pero DMBK está llamado a ser el grupo que marque esta época porque su energía es innata y sobrenatural. Sobre una base de 'stoner metal' y una estética entre Medina Zahara y Slipknot, acaban cantando una nana de Camarón, y lo hacen con un arte y un buen gusto absoluto que agradaría a José Monje Cruz, quien bailará en su tumba, orgulloso de que su legado sirva para esto.
Kiko Veneno los presentó en el programa 'Un país para escucharlo', y con ese padrino poco más habría que decir (salvo exceptuar que en el mismo espacio también defendió las chirigotas). Hay gente que opina que no hay festival que se precie que no cuente con Rosalía. E incluso bromean con un festival en el que solo actúe Rosalía. Pero DMBK vale todo el MUWI. Primero, porque es una apuesta arriesgada, y segundo, porque fueron los que más fuerza demostraron en el escenario. Soberbios. Miguel, 'Dandy Piraña', bajó al público, fue llevado en volandas y se abrazó a algunos espectadores con cariño y respeto. Y es que hay que señalar que, aun con esa estética 'kinki', fueron tremendamente educados y agradecidos.
Ángel Stanich los vio con curiosidad desde el fondo del escenario y Jess Fabric, bajista de Viva Suecia, desde la primera fila. Por algo será. «Una cicatriz es un río seco que el deber y el tiempo dibujaron en tu cuerpo». Parece Lorca. «Quiero soñar contigo y es un calvario no tenerte». Con permiso de los demás grupos, DMBK han sido ya no la sorpresa del festival sino el mejor concierto, quizá, de las cuatro ediciones celebradas hasta el momento, al nivel de Soleá Morente. ¡Fuego!
Claro que hubo más en esa segunda jornada del MUWI en Bodegas Franco Españolas. Arrancó Rusos Blancos con un concierto que sus miembros preferirán olvidar por los problemas que tuvieron con las bases programadas. «Pasamos de la base, ¡a la mierda la tecnología! Los robots nos quieren destruir. Empiezas comprando una Conga de esas…», intentó justificar el cantante. Y fue una pena porque, a pesar de ser la primera actuación del programa del sábado, se levantó un viento agradable que hizo soportar mejor el calor y la temprana cola para acceder al acústico de Viva Suecia otorgó a Rusos Blancos unos cientos de espectadores que lo convirtieron en el concierto de primera hora en el Escenario Principal con las público que ha tenido el MUWI.
Cabe destacar, también, que la actuación de Viva Suecia en Los Tinos fue una delicia, muy bien llevada y, quizá, hasta demasiado generosa. No solo tocaron media docena de canciones, es que estas fueron algunos de sus mejores y más conocidos temas, como 'Lo que te mereces', 'Hemos ganado tiempo', 'Bien por ti' y 'A donde ir'. El público cantó todas las canciones, de principio a fin, algo que agradeció Rafa Val, el cantante del grupo. Actuaron los cuatro miembros, y no fue un concierto acústico, en realidad solo de menor volumen y ritmo más lento. Señalar, además, que aparecieron blandiendo botellas de vino tinto y blanco de Rioja Bordón, bebiéndolo en vasos de plástico y a morro porque los rockeros, ahora, tienen aspecto 'hipster' y zapatos relucientes, pero siguen siendo rockeros.
A Ángel Stanich hay que reconocerle que en los seis conciertos que ha ofrecido en La Rioja en menos de cinco años nunca ha repetido repertorio y ha sabido renovar su espectáculo para que nunca parezca la misma actuación, algo que sucede mucho con otros artistas. Cierto es, por otra parte, que, a cambio, eligió para arrancar unos temas quizá más tranquilos de lo que merecía el público tras la intensidad de DMBK, pero fue ganando energía y terminó con dos buenas canciones, como 'Metralleta Joe' y 'Mátame, camión'. Sobre el teclado, la bandera de la isla caribeña Antigua y Barbuda que da nombre a su segundo disco, del que tocó casi todas las canciones, más algún tema de EPs como 'Carbura!' y 'Máquina', como 'Salvad a las ballenas'. Apenas se dirigió al público salvo al principio para explicar su catarro tras un viaje a Islas Canarias, a causa del aire acondicionado del avión. «Me he tenido que drogar y puede que diga cosas…», bromeó, y pidió al público que le frenara cuando «pise lo fregao» con un «¡Gol en Las Gaunas!». «Por ejemplo, puedo decir los grupos que no me gustan del cartel o puedo hablar de Podemos La Rioja... También que el Ribera de Duero está mejor que el Rioja…», provocó el músico, pero lo hizo con gracia y el público le paró los pies con el único «¡Gol en Las Gaunas!» de la noche.
Después apareció Hidrogenesse, dúo que se ha ido radicalizando en lo estrafalario. Otro grupo de pop electrónico en el festival y también el peor de todos. No se puede negar que tiene su público, pero el grupo ha convertido la broma en un estilo musical del que han nacido varios hijos, algunos de los cuales han pasado antes por el MUWI, como Las Bistecs. Carlos Ballesteros apareció vestido con el 'maillot' de la Montaña del Tour de Francia y Genís Segarra permaneció, como un maniquí, disparando 'samplers'. El chiste les funciona, pero contado muchas veces deja de tener gracia. Exceptuando alguna letra con mucha razón como 'No hay nada más triste que lo tuyo' («No me digas que no hay nada más triste, una tienda de animales es mucho más triste. […] Un turno de noche es mucho más triste, en la cadena de montaje esperando la sirena. […] Los caballitos pony, eso es mucho más triste», lo mejor que se puede decir del concierto de Hidrogenesse es que, en paralelo, llenaron la sesión de Yahaira DJ en el Escenario Los Arcos.
Viva Suecia puso la guinda con un concierto que esperó la mayoría del público, desde el que acudió envuelto en la bandera del país nórdico hasta la pareja que acudió con sus hijos disfrazados de Mario Bros y Luigi (el padre, incluso, llevó a ser visto de Seta). Lo dieron todo, fuegos artificiales, cañones de confeti… y con un directo bien conducido, suave al inicio, serio siempre, lograron agradar a los espectadores.
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