Tierra Santa llena The Hangar en su esperado regreso a Logroño

Su último concierto en Logroño tuvo lugar en 2013, cuando actuó en la sala Concept con Innervoice como telonero.

Ayer había ganas tanto de los músicos como del público.

Tierra Santa ofreció un espectáculo sin artificios, como suele hacer, directo, al grano, con la música como protagonista total.

El concierto formaba parte de la gira de presentación de su nuevo disco 'Destino', el duodécimo de estudio que publicó en junio, un álbum que ha sido muy bien acogido por sus seguidores y vuelve a poner al grupo en el candelero.

Durante casi dos horas Ángel San Juan (cantante y guitarrista), Dan Díez (guitarrista), Juanan San Martín (teclista) y las nuevas incorporaciones de este año, Alex Alonso (bateria) e Iggy (bajista), ofrecieron veintiuna canciones con un volumen brutal y sin apenas descanso, ni siquiera en el momento previo a los bises cuando los músicos suelen irse del escenario y esperan a que la gente pida más. Ayer eso no ocurrió, Ángel, que normalmente apenas habla salvo para nombrar algunas de las canciones antes de interpretarlas, dijo que no se iban del escenario, prefirió dedicar ese momento a agradecer la presencia del público, recordó los veinticinco años que Tierra Santa lleva sobre los escenarios y comentó que «sin vosotros esto no sería posible' dirigiéndose a los presentes en la sala antes de continuar con la última parte del espectáculo, entre aplausos.

La actuación comenzó con 'Pecado de Ángel', del disco 'Destino'. Además tocaron del nuevo trabajo los temas 'El Dorado', 'Por el valle de las sombras' y 'Destino' intercalados con clásicos como 'Sangre de Reyes', 'Juana de arco', 'Nerón y 'La leyenda del holandés errante', entre otros.

Para el final dejaron himnos como 'Pegaso', 'Laberinto', 'Alas de fuego', 'La Momia', 'La sombra de la bestia', 'Legendario' y 'La canción del pirata', temas que los presentes corearon y forman parte de la historia musical de la banda y del rock en castellano. Lo cierto es que después de tantos años y discos, tienen bastante donde elegir y resulta complicado dejar fuera composiciones para dejar paso a otras nuevas que, como se demostró anoche, empastan perfectamente con el resto.

El único pero del concierto fue el sonido de las guitarras en los lados de la pista (en la parte derecha se oía muy baja la de Ángel y en la izquierda la que no se escuchaba era la de Dan). Por lo demás, la sonoridad resultó brutal, la voz de Ángel, la potencia de la batería y los teclados sorprendieron (de todos los conciertos a los que he asistido de la banda es la vez que mejor se han oído las partes de Juanan). La interactuación de Ángel con Iggy (este no paró de levantar el bajo, quitárselo y gesticular) y de Ángel y Dan durante los solos y partes instrumentales (se nota los años que llevan juntos y el peso que tienen las guitarras en las canciones) no cesó durante toda la velada de heavy rock con mayúsculas.

Entre los espectadores, en la sala The Hangar se encontraban numerosos músicos riojanos y exmiembros de la banda como el guitarrista Arturo Morras y el batería Fran Gonzalo.

También se acercó el bajista Roberto Gonzalo que continúa su proceso de recuperación del infarto que tuvo en Zaragoza en pleno concierto de Tierra Santa en septiembre y que le mantiene fuera de los escenarios desde entonces.

Después de tocar 'La canción del pirata', mítica donde las haya, el público continuó pidiendo más, las luces se encendieron, hubo foto final desde la zona de la batería y Ángel, Dan, Juanan, Álex e Iggy se despidieron, agradecidos.

Repertorio:

Pecado de Ángel, Indomable, Por el valle de las sombras, Sangre de reyes, Apocalipsis, Otelo, Tierras de leyenda, El Dorado, Destino, Azote de Dios, Drácula, Juana de Arco, Nerón, La leyenda del holandés errante, Pegaso, El laberinto del minotauro, Alas de Fuego, La Momia, La sombra de la bestia, Legendario y La canción del pirata