Talentos musicales

Las alumnas del Conservatorio Profesional de Logroño Carmen del Río y Paula Chana, ambas estudiantes de viola, y la alumna de percusión, Antía Pérez, han logrado superar las pruebas para entrar en la EGO (Joven Orquesta de Euskal Herria) y formar parte de los próximos encuentros que se realizarán en verano e invierno. La EGO, que tiene entre sus objetivos promocionar valores musicales, les ofrecerá la posibilidad de formarse y acceder al mundo profesional orquestal. La plaza lograda en esta joven formación, que desde 1997 ha ofrecido más 150 conciertos de música sinfónica y de cámara y ha visitado media docena de países en sus giras internacionales, les acercará la posibilidad de trabajar con músicos y profesores de prestigio internacional y, al final de los encuentros, realizarán más de veinte conciertos por diversas ciudades del norte de España. En su agenda les esperan grandes conciertos en el Kursal, Palacio de Euskalduna, teatro Victoria Eugenia, Auditorio de Soria...

La música es su pasión y ahora también un sueño convertido en realidad para estas tres logroñesas de 17 años, que actualmente compaginan 5º de profesional en el conservatorio con el bachillerato artístico en el Batalla de Clavijo. Por las circunstancias sanitarias actuales, cada una en su disciplina tuvo que grabar en vídeo el repertorio exigido y enviarlo 'on line' para la valoración del tribunal, integrado por miembros de destacadas orquestas e instituciones a nivel estatal e internacional. No fue una prueba fácil, ya que se requería mucho nivel y, por eso, lograr plaza les ha motivado mucho, como reconoce Paula Chana: «Hay que tener muy buena preparación, una formación que solo se adquiere si, como nosotras, estudias música desde pequeña». En su audición y en la de Carmen del Río, les tocó el concierto para viola de Hoffmeister, «un clásico para entrar en una orquesta», y la quinta sinfonía de Beethoven. En el repertorio de Antía Pérez cayó Bach, Beethoven y Chaikovski y tuvo que demostrar que es capaz de tocar toda la familia de instrumentos de percusión, desde la marimba a los timbales, la caja, la pandereta, el bombo y los platos. «No se suelen valorar, pero son parte esencial de una orquesta».

Las plazas logradas les dan la oportunidad de trabajar con «gente muy buena», del País Vasco y Navarra. «Entrar en la EGO es un gran paso para mí por su nivel y porque me quiero dedicar profesionalmente a esto», afirma convencida Paula, que ya participó en la Orquesta de Verano de Oviedo. Ha tocado además en la Sinfónica de La Rioja y ha sido integrante de la Agrupación Musical de Logroño. También con experiencia en la Sinfónica de La Rioja y en la Agrupación Musical de Logroño. Antía ve igualmente su futuro en una orquesta. Carmen, por su parte, seguirá vinculada a la música, pero todavía no está segura de qué forma. «Todavía no tengo clara mi preferencia, es pronto para descartar», señala consciente de que el COVID también ha condicionado mucho el futuro en el campo musical.