Subastan la Biblia más antigua del mundo

El filántropo y empresario David Solomon Sassoon, el mayor coleccionista de manuscritos judaicos, adquirió el libro sagrado en 1929 y dio nombre al códice. Ha sido ha datado mediante la prueba del carbono 14 para confirmar que es casi un siglo más vieja que la primera Biblia hebrea completa que se conoce, el Códice de Leningrado. El Códice de Alepo, conservado en el Museo de Israel, es más antiguo que el Sassoon, pero le faltan casi la mitad de sus páginas.

«Durante mucho tiempo el Códice Sassoon ha ocupado un lugar privilegiado y legendario en el panteón de los documentos históricos que han superado el paso del tiempo, y es sin duda uno de los textos más importantes y singulares de la historia de la humanidad», asegura Richard Austin, director de Libros y Manuscritos de la multinacional de las subastas. «Tiene una presencia e importancia incomparables sustentadas en sus más de mil años de historia», agrega l casa de subastas, que describe el documento como «el eslabón clave en la historia judía» que ha permitido llevar la tradición oral de la antigüedad a las biblias hebraicas de nuestros días.

La milenaria Biblia tiene notas masoréticas, las escritas en la Edad Media por estrictos rabinos y eruditos para garantizar tanto la genuina lectura como la comprensión del texto bíblico, precisando cómo se deben deletrear, leer y acentuar las palabras de sus veinticuatro libros. También contiene un millar de anotaciones, transcripciones, comentarios de otra índole y registros de propiedad.

Un comité de expertos ha discutido durante dos años sobre las peculiaridades de valioso libro para calcular su valor. Tuvieron en cuenta el coste de producción –se usaron más de un centenar de pieles de animales–, la cuidada caligrafía de un solo escritor y su «monumental» valor histórico. También las ventas precedentes con récord en salas de subastas para libros históricos: el Códice Leicester, el manuscrito de Leonardo da Vinci comprado por Bill Gates en 1994 por 30,8 millones de dólares, y una primera impresión de la Constitución de EE UU por la que el inversor, multimillonario y coleccionista de arte Kenneth Griffin pagó 43,2 millones en noviembre de 2021

Jacob Safra, conocido como 'Jacqui', heredero de una inmensa fortuna bancaria sirio-libanesa-suiza, es el actual propietario del Códice Sassoon, exhibido por última vez en público en 1982 en el Museo Británico. Sotheby's lo expondrá en el Museo ANU del Pueblo Judío de Tel Aviv, en Londres, Nueva York, Los Ángeles, y Dallas antes de la subasta.