La programación de noviembre de la Filmoteca Rafael Azcona finaliza con la proyección, a partir de las 19.30, de la película, 'Luna de Avellaneda' (2004), de Juan José Campanella ('El hijo de la novia'), que da por cerrado el corto muestrario dedicado a la ... figura del irrepetible actor español José Luis López Vázquez.

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En esta ocasión nuestro carismático intérprete acepta un papel secundario en una producción argentina atestada de los más destacados y principales nombres de su cinematografía. López Vázquez encarna al indestructible Aquiles, fundador español de un club social y recreativo llamado Luna de Avellaneda que debido a la crisis societaria está a punto de desaparecer. Su aporte está resuelto con su habitual flema y reconocible sentido de la ironía. Pero en frente tiene a lo mejor del cartel actoral de Argentina, encabezado por el imperial Ricardo Darín, que obtuvo el premio de interpretación en el festival de Valladolid. A su lado y como contrapunto simpático y pillastre con acento pícaro, Eduardo Blanco. La parte femenina es cosa de la enorme Mercedes Morán.

Por la pantalla pululan otros rostros, también muy conocidos, con los que es fácil empatizar, porque la historia ideada por el propio realizador y su guionista habitual, Fernando Castets, habla de camaradería, principios e ideales. Conceptos que, hilados en la misión de salvar y volver a dar lustre a una entidad emblemática de un barrio de Buenos Aires, contiene las tretas argumentales y sentimentales manejadas con chispa que cuajan un relato sobre la fortaleza de la hermandad.

'Luna de Avellaneda' funciona a todos los niveles, como cine costumbrista, comedia y drama agridulce. Pero me quedo con su tono de melancolía (¡genial!) y el comunal intento, no sin contratiempos, de un puñado de esforzados personajes por evitar que su querido ateneo no se convierta en un casino y pierdan su cuño identitario.

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