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Traje de perfumista. Nicolas Bonnart, 1695. BIbliothèque nationale de France
El sobaco de Aristóteles

El sobaco de Aristóteles

Un estudio rastrea los olores en la historia. El pensador griego fue el primero en preguntarse el porqué del mal olor de las axilas

Lunes, 3 de mayo 2021, 00:12

Dstinguir entre el aroma y el tufo no es tal fácil como se cree. Lo que para unos es apestoso, para otros es pura delicia. Ya lo demostró la artista noruega Sissel Tolaas, que hizo fermentar un queso a partir de las bacterias de las ... botas de fútbol de Beckham. Los antiguos embalsamaban el aire con incienso y mirra. En el Egipto de los faraones el perfume tenía una naturaleza sagrada, estaba ligado más a la liturgia y lo divino que a la cosmética. En las polis griegas la situación era ambivalente. Mientras en Atenas los ciudadanos gustaban de ponerse a remojo en baños públicos, lo que de paso les permitía enterarse de los chismes más comentados, la basura se amontonaba en la calle hasta generar un hedor nauseabundo. Con buen juicio, los romanos echaban pestes de la halitosis. En una época tan inodora como la actual, en la que la covid se cobra en los enfermos el sentido del olfato, el periodista científico Federico Kukso (Buenos Aires, 1979) acaba de publicar 'Odorama. Historia cultura del olor' (Taurus), un libro en el que recorre los olores del pasado, del presente y el futuro con rigor y amenidad.

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