La empresa tiene una gran inversión en tecnología moderna. J. P. G.

El silencio de los escenarios

El propietario de Disco Music y Albaxera muestra su preocupación por un incierto futuro y pide que se les informe sobre cómo podrán volver a ejercer su profesión

Lunes, 8 de junio 2020, 20:19

Lo peor de todo es la incertidumbre que tenemos. No sabemos nada sobre qué es lo que tenemos que hacer para poder seguir, cuándo nos van a dejar trabajar...». José Mari Pérez García, natural de Baños de Río Tobía y profesional del espectáculo musical que se encarga de animar las fiestas de pueblos y ciudades, se muestra desconcertado por el parón al que se han visto abocados por el estado de alarma derivado de la pandemia del COVID-19. Lo peor de todo, reconoce, es la incertidumbre: «No sabemos cuándo vamos a poder volver a trabajar».

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Junto a su padre, del que además del nombre ha heredado la profesión de pinchadiscos, habla desde el local en el que descansan sus espectáculos de los problemas que arrastran desde que el pasado 8 de marzo, en Torrecilla en Cameros, completaran su último 'bolo': la verbena de la mujer, con entre 150 y 200 mujeres como espectadoras. «Desde entonces estamos a la espera de saber cuándo y cómo vamos a poder volver a ejercer nuestra profesión», indican con cierto pesar.

En el pabellón duermen el sueño de los justos cinco camiones discoteca, dos furgonetas, y el resto de materiales como pantallas, luminotecnia, elementos de sonido y un sinfín de dispositivos necesarios para hacer más atractivos sus espectáculos. La última adquisición, «un camión macrodiscoteca de 15 metros de largo, por 5 de ancho y 8 de alto», que representa la nueva firma de Disco Music: Albaxera.

«No sabemos nada sobre qué es lo que tenemos que hacer para poder seguir»

José Mari Pérez García | Pinchadiscos

Cuarenta años de historia

«Disco Music es la empresa que creó mi padre, también José Mari Pérez, quien hace ya cuarenta años empezó con su furgonetita poniendo música y animando las fiestas», explica el hijo ante el asentimiento paterno subrayando que el fundador «tocaba en una charanga y como vio que había gente que iba por los pueblos con un equipo de música y sus discos de vinilo, decidió probar. Se compró un equipo y empezó en las fiestas de Arenzana de Abajo. Como funcionó siguió adelante y hasta ahora».

Escenario de uno de los espectáculos de animación festiva. J. P. G.

«Con la compra del último camión, decidimos poner un nombre nuevo al espectáculo que llevamos en él. Le llamamos Albaxera por mi hija Alba», cuenta Pérez García, que explica que con esta nueva adquisición «además del gran espectáculo de luz y sonido, llevamos un cuerpo de baile con entre cuatro y seis chicas y un chico». A este equipo humano hay que sumarle «otros 16 empleados que contratamos cuando llega la temporada alta. Hay muchos días que hacemos entre 10 y 12 discotecas», dice explicando que junto a las fiestas, en su agenda también incluyen «bodas, comuniones, cenas de empresa y presentación de eventos». Además, en una apuesta por la diversificación, han sumado otra vertiente más al negocio: «La presentación y animación de eventos deportivos. Los últimos en los que hemos estado han sido el campeonato del mundo de esquí en Andorra y la Basella Race de Barcelona, una prueba muy importante de enduro».

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Así las cosas, José Mari Pérez García es claro: «Ahora mismo estamos muy jodidos». Seis empleados fijos «están en un ERTE y están cobrando» y él mismo está cobrando «una pequeña indemnización» como autónomo que es, pero lo peor es la incertidumbre. «Vemos que muchos ayuntamientos han suspendido las fiestas ya y tenemos muchos consistorios apalabrados, pero firmados, en casa, podemos tener 10, 15 o 20 contratos. Sabemos que en esos casos nos van a poder indemnizar, pero será en un tanto por ciento que igual ni merece la pena ir a cobrarlo, porque, quizás sea mejor no hacerlo por mantener esas buenas relaciones con ellos».

Uno de los espectáculos de luz, sonido y baile con Albaxera. J.P.G.

Desarrollar otros formatos

«Queremos trabajar y que nos digan de qué manera. Si hay que hacer formatos más pequeños se harán y si hay que presentar alternativas, también, pero sobre todo que no se adelanten a suspender fiestas con tanta antelación, para agosto y septiembre», plantea casi en tono de ruego, ya que, explica, tiene «inversiones hechas de cara a las fiestas de este año, porque en la mayoría de los pueblos te dicen nada más acabar la actuación que le guardes la fecha para el año siguiente. Pero ahora les llamas y te dicen que les han dicho que se suspenda».

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«Queremos trabajar y que nos digan de qué manera. Si hay que hacer formatos más pequeños se harán y si hay que presentar alternativas, también»

Es por ello que plantea que «si quieren cambiar el formato de las actuaciones a la tarde, en lugar a la noche, por aquello de que no confían en que de madrugada la gente se pueda comportar y guardar las distancias, pues lo podemos hacer». De igual manera, recuerda que su empresa está abierta a otro tipo de espectáculos: «Podemos hacer autocine, llegamos con la pantalla led y proyectamos cine; tenemos globoflexia, magia..., En fin, queremos trabajar».

Durante el confinamiento, José Mari ha estado 63 días animando con un pequeño espectáculo de luz y sonido su barrio de Baños de Río Tobía. Ha sido su manera de ejercer la profesión que ama, al mismo tiempo que animaba a los demás.

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