La selva entra en el Ateneo

Los cuadros de Arruda, de pequeñas y medianas dimensiones, se exhiben en los mismos pupitres que ocuparon en su día Mariano José de Larra, José de Echegaray, Concepción Arenal, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Leopoldo Alas 'Clarín', Miguel de Unamuno, Ramón María del Valle-Inclán, Carmen de Burgos, Clara Campoamor, Manuel Azaña, Julio Caro Baroja, Gregorio Marañón, Carmen Laforet y un inacabable etcétera.

'Assum Preto' se titula la muestra, con una treintena de pinturas, en cartel hasta el 8 de marzo y comisariada por Hans Ulrich Obrist, director artístico de la Serpentine Gallery de Londres y responsable de más de 350 exposiciones. 'Assum Preto' es una canción del músico brasileño Luiz Gonzaga que habla de un pájaro, el tordo chopí o mirlo charrúa. «Tiene un canto desafinado e histérico, pero al mantenerlo unos tres días en la oscuridad afina, organiza su canto y trina de manera primorosa», explica el pintor. Arruda reside y trabaja en su Sao Paulo natal emulando el comportamiento del pájaro negro, incapaz de expresarse en un mundo luminoso y ruidoso pero capaz de hacerlo melodiosamente en la oscuridad y el silencio.

De carácter monotemático, Arruda se centra en las florestas, unos paisajes selváticos imaginarios que pinta de memoria, sin presencia de figuras humanas ni seres vivos, y creados en los últimos diez años. Nunca vistos antes en España, proceden de museos, fundaciones y colecciones privadas internacionales.

Arruda asegura que a través de sus pinturas, proyecciones e instalaciones examina «algunos estados mentales contemporáneos». Sus paisajes, a caballo entre la abstracción y la figuración, plantean «un proceso de construcción y reconstrucción de la memoria entre la aparición y el vacío». Lo hace mezclando verdes y grises apagados, en paisajes velados que evocan una soledad apabullante en medio de la espesura selvática.

«Esta muestra abre vistas inesperadas a narraciones y encuentros y descubrirá la biblioteca del Ateneo a un público internacional», asegura Ulrich Obrist. La exposición ha sido posible gracias a la Fundación Sandretto Re Rebaudengo, creada en Madrid por la mecenas italiana Patrizia Sandretto y que desarrolla un amplio programa de exposiciones y actividades en España.