La narradora uruguaya Armonía Somers, una de las maestras latinaomericanas del relato. Patricio Salinas

La seductora extrañeza de Armonía Somers

Páginas de Espuma rescata los 'Cuentos completos' de una rara y olvidada 'madre' del realismo mágico

Martes, 3 de agosto 2021, 18:03

«Demasiado extraña y escandalosa para su época, Armonía Somers es una leyenda». Así se refiere la escritora chilena Lina Meruane a la olvidada escritora uruguaya y maestra del relato corto, cuyos 'Cuentos completos' rescata ahora Páginas de Espuma. El sello reúne todos los relatos ... de Somers (1914-1994) desde los primeros, 'El derrumbamiento' (1953), a su libro póstumo, 'El hacedor de girasoles' (1994). Unos cuentos a menudo herméticos, de seductora extrañeza y que hicieron de su autora una narradora hoy de culto, como Clarice Lispecror o Elena Garro.

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Hija de padre anarquista y madre católica, Somers es una de las creadoras latinoamericanas mas originales del siglo XX y una 'madre' del realismo mágico excluida del canon. Dueña de una prosa honda y difícil, su escritura transgresora, heterodoxa y misteriosa le ha procurado esa etiqueta de rara que ha dificultado una mayor difusión de su obra.

Su narrativa «se expande y se libera de ataduras para subvertir las tradiciones, desmoronar mitos, fracturar estereotipos, trascender los recursos expresivos o explorar una imaginación sin límites», escribe en el prólogo María Cristina Dalmagro, gran especialista en la autora, responsable científica del Fondo Armonía Somers de la Universidad de Poitiers, y alma de la edición de unos 'Cuentos completos' que muestran «el envés de la inocencia».

Fallecida en Montevideo en 1994, Somers nació en 1914 en la villa de Pando bajo el poético nombre de Armonía Liropeya Etchepare Locino. Estudió magisterio, fue docente y pedagoga. Publicó libros sobre educación, adolescencia y criminalidad juvenil y dirigió la Biblioteca y Museo Pedagógico de Uruguay.

Polémica erótica

En 1950 adopta su 'nom de plume' para publicar la novela erótica 'La mujer desnuda', su polémico debut literario. En 1953 se premió su primer volumen de cuentos, 'El derrumbamiento'. En el que da título al libro, un negro muy devoto que ha matado a un blanco verá en su huida cómo se le aparece la Virgen en una imagen de cera que le pide que la derrita con sus manos. Estos cuentos disgustaron a Mario Benedetti, que años después cambió de opinión.

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A 'El derrumbamiento' sumó los libros de relatos 'La calle del viento Norte y otros cuentos' (1963), 'Todos los cuentos 1953-1967' (1967), 'Muerte por alacrán' (1978), 'Tríptico darwiniano' (1982), 'La rebelión de la flor' (1988) y 'El hacedor de girasoles' (1994). Publicó además las novelas 'De miedo en miedo' (1965), 'Un retrato para Dickens' (1969), 'Viaje al corazón del día. Elegía por un secreto amor' y 'Solo los elefantes encuentran mandrágora' (1986).

Esta edición de sus cuentos incluye varios facsímiles de sus manuscritos y los ordena cronológicamente, colocando cada narración en el volumen que Somers lo incluyó por primera vez. En sus relatos «aflora siempre el coraje para cuestionar prejuicios sobre la homosexualidad, el aborto, la violencia de género, la maternidad, la identidad y la fe», escribe Dalmagro sobre una narradora que «recurre a las tradiciones para subvertirlas, descorrer velos y desmoronar mitos». Con sus osados recursos expresivos «fractura estereotipos con un humor que a veces roza lo grotesco y otras lo macabro». «Con Ironía, parodia, iconoclastia y desparpajo, aborda la posición de la mujer en la pareja, el rechazo o el insulto a Dios en un llamamiento desesperado para que baje a ayudar al ser humano a paliar su soledad y sus problemas», destaca Dalmagro.

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Penumbra

Somers maneja en sus cuentos argumentos inusitados sobre seres peculiares en los que se vislumbran otra realidades: un médico enamorado de otro hombre, unido a un coche y un sepelio; una niña violada que cree navegar sobre una nube; alguien que nace mientras escribe un texto filosófico; una mujer que escribe con infames faltas de ortografía… Con ellos crea un universo insólito, hecho de imágenes surrealistas, transgresoras, irreverentes y de corte kafkiano que hacen realidad lo imaginario.

Al final del volumen la propia Somers explica en trece respuestas sus claves narrativas y aclara conceptos ambiguos. «El cuento, y también la novela, deben llegar vírgenes al lector. A quien no capte hay que dejarlo en su penumbra mental. Yo tengo muchos de esos con la candileja a media luz», asegura la narradora.

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Reconoce que su literatura «puede juzgarse a veces como poco iluminada y de difícil acceso». Su pretensión es «salvar al personaje de la excesiva luz del signo» y «de la espantosa claridad que encierran todas las convenciones».

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