Quizás lo que vas a leer, querido lector, te sorprenda, o tal vez no porque ya te es conocido. El 3 de noviembre es, según se mire, una sabrosa fecha o una fecha de fuerte reivindicación educativa, sanitaria y social.
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¿Por qué digo esto?. ... Sencillamente porque en el mismo día se celebra el Día Mundial del Sándwich —uno de los platos más populares, socorridos y variados que existen a nivel mundial— y el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso. En general esta celebración se realiza el primer jueves de noviembre pero este año ambas coinciden.
Vayamos por partes. Tal vez te preguntes cómo o porque existe un Día Mundial del Sándwich. Retrocediendo en el tiempo nos remontaremos a 1718 fecha del nacimiento de John Montagu, IV conde de Sandwich. Se cuenta de él que era tan aficionado a los juegos de naipes que descuidaba sus comidas. Preocupados por ello sus criados idearon la manera de que el conde se alimentase sin ensuciarse las manos ni las cartas. Para ello envolvían el fiambre y las carnes frías entre dos rebanadas de pan. Montagu se habitúo pronto a ese tipo de preparación y de ese modo dio origen al plato que hoy conocemos.
Pero lo anecdótico no resta valor a lo grave e importante. Lo importante no es la discusión culinaria que puede establecerse sobre el sándwich o sobre la necesidad de una fecha conmemorativa, lo grave y apremiante es que tengamos un Día Mundial contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso para tratar de concienciar y de acabar con un tipo de violencia que aqueja, según un informe de la UNESCO, a uno de cada tres estudiantes y que provoca terribles consecuencias psicológicas.
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Tristemente, el acoso escolar y el ciberacoso han aumentado en estos últimos años. Se hace más imprescindible que nunca la concienciación y la actuación coherente de toda la sociedad: familias, centros escolares, centros sanitarios, medios de comunicación —los modelos que el cine, la televisión, las series, los anuncios, las redes sociales transmiten son, y esto es un hecho, factores muy influyentes en la formación de la personalidad de los niños y jóvenes—.
Es ineludible aceptar nuestra responsabilidad y cumplir con nuestra obligación de dar ejemplos adecuados; de proteger a los menores; de educarles en valores, empatía, esfuerzo, sinceridad, congruencia y formarles en una autoestima ajustada y positiva; y mentalizarnos de que «No se puede estar en contra del acoso sin hacer algo al respecto.» (Randi Weingarten)
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De esta forma tal vez podamos tachar de la lista de conmemoraciones el Día contra el Acoso Escolar y Ciberacoso y seguir celebrando el ingenioso sándwich y otros inventos más.
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