Sabor italiano

Drama italiano de dolor y desgarro cuya acción se desarrolla en los años 70 y cuenta la crisis de un matrimonio observada por sus tres hijos, especialmente por Adriana (Luana Giuliani), una niña de doce años que se siente chico y desea que le llamen Adrián.

El transgénero es uno de los ejes de la película pero su principal pilar es la interpretación de Penélope Cruz, que encarna a Clara, una mujer arrolladora. La actriz española se mete de lleno en un papel de ama de casa al que se entrega con pasión, tritura todo a su paso y compone una figura femenina valiente para enfrentarse a la dura realidad que la rodea.

'L'immensità' está basada en algunos recuerdos de la infancia del director, que vuelca en la pantalla el torbellino de emociones que le sacudieron por su identidad sexual y la estrecha relación de amor y comprensión con su madre. En cambio, al padre, Felice (Vicenzo Amato), un feroz sujeto, le dedica frases lapidarias: «Papá, tú me hiciste mal».

Crialese mezcla su pasado con la ficción y regala un retrato que aúlla libertad con un estilo setentero cuyas imágenes más excitadas, con un tono muy italiano, convergen a la perfección con los silencios y frustraciones que acotan a los personajes. Evocación no exenta de denuncia al patriarcado y sus cortas miras cuyo discurso alcanza, no obstante, inmensidad gracias a la soberbia actuación de Penélope Cruz, muy comprometida. La madrileña ofrece un repertorio de gestos y actitudes muy italianas cuya creación recuerda, y mucho, a las temperamentales divas de antaño de la cinematografía transalpina.