Arco abocinado de San Prudencio de Monte Laturce, semienterrado entre los escombros del propio edificio. :: alfredo iglesias

La Rioja en ruinas

Desde Laturce hasta Cidamón, Hispania Nostra incluye once monumentos riojanos en su lista roja de patrimonio en peligro. San Juan de Letrán, en Pedroso, es la última incorporación y San Martín de Leza, la primera rehabilitada

J. SAINZ

Sábado, 22 de septiembre 2018

Como un galeón hundido en el fondo del mar, los restos del monasterio de San Prudencio yacen, quizás para siempre, en los riscos de Monte Laturce. Una ruina arrasada es todo cuanto queda de aquel rico cenobio levantado hace mil años en las tierras fronterizas ... de Cameros, enclave durante siglos de un cierto esplendor y finalmente abatido por el abandono, el expolio y el peor de los vientos, el olvido. Muy de cuando en cuando, algún lamento emerge de esa nave fantasma y nos obliga a recordar para volver a llorar sobre su pecio.

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Hispania Nostra, la asociación cultural dedicada a vigilar el estado del patrimonio histórico-artístico español, tiene San Prudencio destacado en su 'lista roja' de monumentos desahuciados. Son 829 en total en toda España, once de ellos en La Rioja. Más ruinas, más naufragios, más fantasmas de otro tiempo; víctimas de otras crisis que invitan a mirar la nuestra con perspectiva.

LISTA ROJA RIOJANA

  • Monasterio de San Prudencio de Monte Laturce

  • Época siglos X-XV

  • Localidad Clavijo

  • Fecha de inclusión 17-12-2007

  • Estado ruinoso y abandonado

  • Iglesia de la Asunción de Santa María en Cameros

  • Época siglos XVI-XVII

  • Localidad: Santa María en Cameros

  • Fecha de inclusión 17-12-2007

  • Estado ruinoso y abandonado

  • Ermita de Santa María de Yerga

  • Época siglos XII-XIII

  • Localidad Autol

  • Fecha de inclusión 17-12-2007

  • Estado consolidación deficiente

  • Palacio de Inestrillas

  • Época siglo XVIII

  • Localidad Aguilar del Río Alhama

  • Fecha de inclusión 17-12-2007

  • Estado ruinoso y abandonado

  • Ermita de Orzales

  • Época siglos XV-XVI

  • Localidad Orzales (San Vicente de la Sonsierra)

  • Fecha de inclusión 29-1-2008

  • Estado ruinoso

  • Iglesia de Santa María la Blanca de Torremuña

  • Época siglo XII y ss. XVI-XVIII

  • Localidad Torremuña de Cameros

  • Fecha de inclusión 10-11-2008

  • Estado peligro de hundimiento

  • Iglesia de San Miguel de Montalvo

  • Época siglo XVI

  • Localidad Montalvo en Cameros

  • Fecha de inclusión 18-1-2010

  • Estado hundimiento progresivo

  • Iglesia de la Asunción de Luezas

  • Época siglo XVI

  • Localidad Luezas

  • Fecha de inclusión 18-1-2010

  • Estado deterioro progresivo

  • Castillo de Castañares

  • Época siglo XII

  • Localidad Viguera

  • Fecha de inclusión 1-11-2012

  • Estado ruina por derrumbe

  • Casa-palacio de los Manso de Zúñiga

  • Época siglo XVIII

  • Localidad Cidamón

  • Fecha de inclusión 28-11-2014

  • Estado hundimiento total con riesgo de desplome

  • Iglesia de San Juan de Letrán

  • Época siglo XVII

  • Localidad Pedroso

  • Fecha de inclusión 23-7-2018

  • Estado ruinoso y sin cubierta

El viejo monasterio de Clavijo figura en dicha lista desde la creación de la misma en 2007. Fue el primero en ingresar junto con la iglesia de la Asunción de Santa María de Cameros, la ermita de Santa María de Yerga y el llamado Palacio de Inestrillas. En 2008 se incorporaron la ermita de Orzales (en San Vicente de la Sonsierra) y la iglesia de Santa María la Blanca o Dulce Nombre de María de Torremuña. En 2010, las iglesias cameranas de San Miguel de Montalvo y de la Asunción de Luezas. En 2012, el Castillo de Castañares de las Cuevas. En 2014, la Casa-palacio de los Manso de Zúñiga en Cidamón. Y este mismo año, la última incorporación, la iglesia de San Juan de Letrán de Pedroso.

Por el contrario, la ermita de San Martín de Leza de Río Leza, que figuraba en la lista roja también desde 2007, fue retirada el pasado 19 de abril y pasada a la lista verde por la restauración integral a que fue sometida. Es el único monumento riojano en esta otra lista 'buena' de patrimonio recuperado, pero es la prueba de que los milagros existen si hay memoria y voluntad para llevarlos a cabo.

Las tres listas de Hispania

La memoria, al menos, la conservamos. Hispania Nostra es una asociación sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública empeñada precisamente en no olvidar. Su objetivo consiste en «la defensa, salvaguarda, promoción, uso, puesta en valor y difusión del conocimiento del patrimonio cultural y natural en todo el territorio español, en colaboración con las instituciones legalmente responsables y con organizaciones similares en el ámbito nacional e internacional».

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Constituida en 1976 y con sede en Madrid, está presidida por Araceli Pereda, historiadora del arte y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Como ella misma recuerda, «2018 ha sido declarado por la Unión Europea el Año Europeo del Patrimonio Cultural, una oportunidad para celebrar la diversidad y la riqueza del patrimonio europeo y para propiciar el acercamiento a nuestros orígenes, recordando siempre la necesidad de custodiar nuestros bienes culturales para generaciones futuras y nuestro derecho, reconocido legalmente, a la protección del patrimonio».

«En Hispania Nostra -afirma su presidenta- apostamos por el apoyo de la sociedad civil para la consolidación del patrimonio cultural y natural como valor y recurso generador de desarrollo socioeconómico; y potenciamos el desarrollo de nuevas alianzas entre instituciones, administraciones y empresas. Conservar el Patrimonio es responsabilidad de todos, esa herencia que nos permite comprender mejor nuestra sociedad y a las personas que la integramos».

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En su labor de vigilancia, la lista roja es una iniciativa emprendida en 2007 por Hispania Nostra para informar sobre elementos patrimoniales en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Pretende llamar la atención de la sociedad y de sus propietarios, promoviendo intervenciones positivas que eviten el incremento del deterioro o la desaparición de bienes culturales. También apoyar y animar a asociaciones locales de defensa del patrimonio y a particulares, reforzando sus reivindicaciones sobre los monumentos y entornos de su área de acción. Hispania Nostra actúa bajo el convencimiento de que «lo que se valora y se aprecia, se cuida y se custodia».

La información recibida es estudiada por un comité científico, integrado por un arqueólogo, una restauradora, un director de museo y un arquitecto que deciden su inclusión o no en la lista. En La Rioja (y Navarra) su delegado regional es el arquitecto José Vicente Valdenebro García, residente en Pamplona.

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Hispania Nostra está igualmente interesada en poner de manifiesto aquellas actuaciones positivas sobre bienes incluidos en la lista roja sobre los que se ha intervenido de manera positiva. Por ello ha creado la lista verde. Hay además una tercera lista, la lista negra, en al que incluye todos los bienes que han sido retirados de la roja al haber desaparecido o haberse alterado sus valores esenciales de manera irreversible. Afortunadamente todavía no hay ninguno de La Rioja, lo cual hace pensar que aún queda alguna esperanza para San Prudencio y compañía.

Un milagro y una desgracia

La esperanza la representa San Martín. La ermita de Leza es un humilde templo del siglo XIII, de gran austeridad. Se trata probablemente de la parroquia de un antiguo poblado medieval junto al río. Es un edificio románico con añadidos posteriores. Ingresó en la lista roja de Hispania Nostra en 2007 por inminente riesgo de ruina debido a su completo abandono. Al año siguiente el Ayuntamiento apuntaló los arcos y limpió el interior de maleza a la espera de poder restaurarla. Y diez años después ocurrió el milagro: a la memoria se unió la voluntad. La llamada 'ley de ermitas' permitió que el Gobierno de La Rioja, a través del Servicio de Conservación del Patrimonio Histórico Artístico, y el propio municipio financiaran conjuntamente la rehabilitación completa del edificio. Y hoy San Martín está a salvo, en la lista verde. Un milagro de arriba abajo.

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Todo lo contrario ha ocurrido con la iglesia de San Juan de Letrán, en Pedroso, un templo de estilo clasicista del siglo XVII incorporado a la lista roja el pasado 23 de julio. Su historia va unida a la de su fundador, Juan de Pedroso, caballero de la orden de Santiago y miembro de los reales Consejos de Guerra y Hacienda, que, tras su muerte, encargó como última voluntad la construcción en su pueblo natal de una gran capilla funeraria que albergase su cuerpo y que sirviese de iglesia para el pueblo, la cual contaría con misa diaria, tres capellanías y dos sacerdotes, todo ello en el solar que ocupaba su propia casa.

Por desgracia y abandono, en torno a los años 40 del siglo pasado el párroco ordenó retirar toda la techumbre ya deterioraba que quedaba y, desde entonces, permanece a la intemperie esperando una urgente intervención. «Es un gran templo -advierte Hispania Nostra- que si sigue permaneciendo en el olvido se perderá en pocos años».

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Toda ruina encierra al menos dos derrotas, la del momento de su caída en desgracia y la de todo el tiempo de abandono que le sucede. Desde aquí, un recuerdo para evitar la tercera y definitiva derrota del olvido.

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