«Estamos en una revolución industrial en la que la materia prima es el idioma»

Cuando en La Rioja se habla de pasado y de señas de identidad, el idioma sale pronto a relucir. Pero a la hora de dibujar el futuro solo unos pocos lo veían como eje dinamizador, cultural y económico. Valle de la Lengua se ha convertido en la punta de lanza del Gobierno regional para convertir el español en un motor principal de desarrollo. Y su presidenta, Concha Andreu, lo defiende con vehemencia.

– El desarrollo de la iniciativa Valle de la Lengua ha pasado de considerar el lenguaje como una materia exclusivamente histórica-filológica-monumental a una herramienta de diferenciación en el mundo digital. ¿Ha costado demasiado emprender ese nuevo camino?

– Nosotros lo tuvimos claro desde el principio, desde que diseñamos la propuesta y firmamos un compromiso con el presidente Sánchez en febrero de 2020 para llevarla adelante. El objetivo de Valle de la Lengua es aprovechar las posibilidades que ofrece el español como herramienta de desarrollo, es decir, aprovechar su potencial económico. Se trata de apoyarnos en nuestra historia, nuestro patrimonio y nuestra experiencia en el ámbito del español para generar riqueza, para afrontar el reto demográfico y para impulsar el bienestar de riojanos y riojanas. Es cierto que han tenido que pasar 1.000 años para que un Gobierno ponga en marcha un proyecto como este y seamos capaces de sacar partido a ese legado. Pero estamos convencidos.

– ¿Está el proyecto Valle de la Lengua llamado a perdurar? ¿Ve a la oposición implicada en su desarrollo, en el caso de que llegue a un futuro Gobierno?

– Creo que, con las premisas en las que se basa y los objetivos que tiene, es indiscutible que Valle de la Lengua debe perdurar, independientemente de quién esté en el Gobierno. Desde luego, nosotros hemos diseñado nuestros proyectos estratégicos para perdurar, porque los cuatro se basan en nuestras fortalezas, modernizan La Rioja, impulsan nuestra competitividad y buscan mejorar nuestra calidad de vida a largo plazo. Esa es también la filosofía de los fondos europeos, que son una de las principales fuentes de financiación que estamos utilizando: inyectar fondos durante tres años para poner en marcha actuaciones que después deben ser sostenibles en el tiempo. Por eso hablamos siempre de que nuestros proyectos se basan en la sostenibilidad medioambiental, pero también en la económica.

– ¿Qué papel juega la inteligencia artificial en el proyecto?

– Una de las grandes oportunidades económicas que ofrece el español es la del procesamiento del lenguaje natural y la inteligencia artificial. Estamos en una nueva revolución industrial en la que la materia prima es el idioma, en nuestro caso, el español. Para que las máquinas se entiendan con los humanos necesitan bases de datos lingüísticas para poder aprender a hablar. Y por eso es fundamental crear espacios de datos en español, para que la inteligencia artificial pueda funcionar correctamente en nuestro idioma. Así podremos hablar de forma eficaz con un asistente virtual. Pero no solo eso, también podremos utilizar la inteligencia artificial con esos datos, para analizarlos, sacar conclusiones y tomar decisiones en cualquier ámbito. Y esto es útil en la industria, en la salud, en la educación... En todos los sectores y servicios.

– ¿Llega el castellano a tiempo de plantar cara al inglés en el campo de la inteligencia artificial?

– Sí, pero la oportunidad es ahora, estamos en un momento crítico. La realidad es que ahora mismo las bases de datos lingüísticos son más amplias y están más desarrolladas en inglés, y por eso la inteligencia artificial funciona mejor en inglés. Por eso decía que es importante crear espacios de datos en español preparados para que las máquinas los utilicen. Tenemos que volver a glosar el español, como en el siglo XI, pero para las máquinas. Además, deben ser datos en todas las temáticas. Por ejemplo, si no tenemos una base de datos sobre el vino en español, donde por supuesto La Rioja va a tener una presencia importante, la inteligencia artificial no trabajará con esa información. Entonces, cuando alguien pregunte a un asistente virtual cuáles son los mejores vinos del mundo o qué región enoturística debe visitar, nunca le recomendará nuestros vinos o La Rioja como destino. Es tan importante como eso: que existamos o que no existamos. Y esto es valioso para La Rioja, para España y para todos los países hispanohablantes.

– ¿Y en el caso de la producción científica, estamos a tiempo de competir con el inglés?

– En la ciencia también es importante contar con un espacio de datos en español para que la inteligencia artificial pueda trabajar con ellos. Pero, además, aquí hay otro reto: aumentar la producción científica en español. Porque ahora mismo el inglés es la lengua mayoritaria de la ciencia. Y nosotros vamos a contribuir de una forma clara porque tenemos Dialnet, la mayor base de datos de contenidos científicos en español del mundo, que vamos a potenciar con el proyecto Valle de la Lengua. El siguiente paso será aplicar inteligencia artificial sobre toda esa información de Dialnet y obtener datos útiles para tomar decisiones y facilitar que los investigadores hispanohablantes publiquen en su idioma. Por ejemplo, podremos saber dónde se está investigando sobre cierto tema o qué equipos lideran la investigación en español en un ámbito.

– ¿Puede La Rioja liderar en solitario un proyecto de tanta magnitud como el de convertir al castellano en 'la lengua en la que piensen las máquinas' o está abierta a sinergias?

– Valle de la Lengua siempre ha tenido vocación nacional e internacional. Porque, como decía, la nueva economía de la lengua es un reto para todos los países hispanohablantes. Lo que ocurre es que La Rioja lo planteó desde el inicio, porque somos el lugar donde se registraron los primeros testimonios escritos en español y porque tuvimos muy clara la oportunidad que se abría. Y por eso diseñamos un proyecto pensado para revitalizar un valle, que incluía una línea de trabajo centrada en inteligencia artificial. En este marco se desarrolló un PERTE sobre este tema y La Rioja fue designada sede del Observatorio Global del Español, uno de sus proyectos tractores. Siempre hemos pensado que nuestro Valle de la Lengua podía replicarse en otros lugares de España y del mundo, y que sería una pieza fundamental en la apuesta de España por liderar la nueva economía de la lengua. No es que estemos abiertos a sinergias, es que son deseables y trabajamos en ellas.

– Ya se anunciaron las primeras contrataciones para el Valle de la Lengua, con una decena de empleos. ¿Se van a aumentar próximamente estas cifras?

– El Gobierno de La Rioja va a contratar con fondos Next Generation a diez investigadores para poner en marcha un espacio de datos en el marco del Observatorio Global del Español. A este equipo se sumarán también las siete personas que aporta el Instituto Cervantes, que ya ha anunciado una inversión de 1,15 millones de euros. Habrá más contrataciones en este y en el resto de ámbitos de Valle de la Lengua, como puede ser el cultural o el turístico. Pero Valle de la Lengua es en sí mismo un proyecto dinamizador y va a generar inversión privada, oportunidades de negocio y nuevos empleos. Por ejemplo, la inversión turística prevista en el Valle, que suma ya 6 millones de euros, aumentará el número de visitantes y surgirán iniciativas privadas de nuevas experiencias turísticas, culturales, de alojamiento o de ocio para los visitantes, que crearán empleos.

- La Rioja cuenta con dos universidades (una pública y centrada en la educación presencial; la otra, privada y volcada en la virtual). ¿Puede el Valle de la Lengua aunar esas dos potencialidades para reforzar el proyecto?

- El Gobierno de La Rioja y la Universidad de La Rioja, como universidad pública, son socios para impulsar los cuatro proyectos estratégicos. Y, en el caso del Valle de la Lengua, se centra en desarrollar el aprendizaje de español y en español y otras actividades formativas en el Campus Valle de la Lengua. Por supuesto, la UNIR, que además tiene mucha experiencia en la enseñanza virtual, por ejemplo, es bienvenida a proponer, sumarse y hacer más grande el proyecto. Estamos abiertos a trabajar con cualquier empresa o entidad que quiera aportar al desarrollo de los cuatro proyectos, porque la colaboración público-privada es clave en todos ellos.

– ¿Valle de la Lengua puede abrir otras oportunidades formativas en La Rioja, especialmente en el campo de la Formación Profesional y de los sistemas de información? ¿Se plantea que este nuevo eje de desarrollo pueda servir como motor formativo?

– La formación es un eje de trabajo fundamental del proyecto. Por un lado, promoveremos el aprendizaje del español como lengua extranjera, que además puede dar un enorme salto gracias a la tecnología y la inteligencia artificial. Y, por supuesto, hay que potenciar la formación, en todos los niveles, para esos nuevos ámbitos de oportunidad que abre el español. De hecho, hemos puesto en marcha el Máster de Procesamiento del Lenguaje e Inteligencia Artificial, para formar a los profesionales de la nueva economía de la lengua, es decir, a quienes van a conseguir que las máquinas hablen y entiendan español. Y estamos trabajando con la Universidad de La Rioja para desarrollar nuevos títulos o potenciar los existentes.

- ¿Tiene techo el español en el mundo digital?

- Lo que tiene es mucho terreno por ganar. Más allá de la inteligencia artificial, de la que ya hemos hablado, el español es solo la tercera lengua más utilizada en internet, muy por detrás del inglés. Tenemos que trabajar en la creación de contenidos 'on line' en nuestro idioma y aquí se enmarcan actuaciones como el Contenedor Cultural que se instalará en Nájera. Será un espacio de emprendimiento en todos los ámbitos y, por ejemplo, se crearán contenidos audiovisuales y digitales. Y de esta manera, además, se mejorará la oferta cultural, turística y de ocio que se va a poner en marcha en el Valle de la Lengua.

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