Los restaurantes riojanos mantienen sus estrellas en el firmamento Michelin

El Portal de Echaurren y Venta Moncalvillo siguen con sus dos estrellas. El restaurante de la familia Paniego fue el primero que en el año 2013 alcanzó en La Rioja esa categoría (la primera estrella le había llegado en 2004) y a él, hace ahora doce meses, se unió la casa de comidas de los hermanos Echapresto, que sumó su segunda distinción a la que ya les fue concedida en 2010 y a la Estrella Verde a la sostenibilidad. Los locales de Ezcaray y Daroca abanderan la gastronomía riojana desde la segunda categoría de la Guía Michelin.

A estos dos restaurantes se han unido en los últimos años otras propuestas jóvenes y variadas que lucen una Estrella en sus fachadas, y que las mantienen después de la revisión de este martes: Kiro Sushi, Íkaro, Nublo y Ajo Negro ponen cara a los profesionales de la cocina riojana que, en unos casos (Ikaro y Ajo Negro), han sabido fusionar la gastronomía local con la de otras latitudes y hacerlo con el virtuosismo exigido por Michelin; o, como en el caso de Nublo y Kiro Sushi desarrollar cocinas propias. Una, basada en el fuego como elemento prioritario de sus fogones y la otra, apoyada en la ancestral tradición japonesa de la elaboración de sushi.

Además, y fuera de los límites geográficos regionales Francis Paniego mantiene, como chef asesor, la estrella en el restaurante andorrano Ibaya, no así la de Marqués de Riscal, en Elciego, que en su momento fue el único restaurante de Álava que contaba con esa distinción.