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A veces el mundo se presta a contradicciones absolutas que, sin embargo, pasan desapercibidas, como que un Ayuntamiento lo gobierne una coalición formada por PP e IU, que PP y Podemos se pongan de acuerdo en la oposición o que el pop 'naif' y el ' ... grounge' se 'cuelen' en un festival 'indie'. Cariño, un trío musical femenino muy joven tanto en lo personal como en lo profesional, coronó la primera jornada de la cuarta edición del MUWI Rioja Fest y lo hizo con el beneplácito del público adulto. Su música sonaba a Parchís y a Los Fresones Rebeldes, ofrecía unas canciones envueltas en un disfraz pop pero con intencionalidad de reivindicar el amor libre, sobre todo con un aire romántico y negativo («Nos llamamos Cariño pero, sobre todo, hablamos de desamor», admitieron), como ejemplifica la canción 'Mierda seca' («Eres mala y vulgar,/eres como un mazapán,/cuando ya estás toda llena/y no puedes comer más», dice el estribillo). «No nos ha dado tiempo a hacer el set y lo traemos en el móvil», confesó Alicia Ros. Y ese es el signo de los tiempos, grupos modernos hasta para despistarse: «Hemos cenado mucho y puede que me haya equivocado un poco con la letra».
Hay que agradecer, eso sí, que Cariño ofrezcan mensajes sobre la bisexualidad con total naturalidad, y también defienden proclamas absolutamente sentimentales como «Quiero verte por primera vez todos los días». Buen verso. Aunque ciertamente parecía un grupo para amenizar una tarde y arrastrar al público adolescente por su aire inocente y su aspecto de haber ganado el concurso de actuaciones del instituto, Cariño imprimió su propia personalidad a la noche e hizo disfrutar a sus seguidores acercándose ya a la medianoche.
Antes actuó The Levitants, banda que nada tuvo que ver con los otros dos grupos de la jornada. Ni siquiera Me&DJs, que pincharon canciones de Izal, Carlos Sadness, Love of Lesbian… en las transiciones parecían del mismo festival. Lo único que tuvieron que ver Cariño, The Levitants y Ático 8 es que son bandas atípicas formadas por un trío. The Levitants lo componen un cantante y guitarrista, un teclista y un batería, y sobre el escenario actúan en línea, muy separados unos de otros, aprovechando el espacio. «¿Nos conocía alguno de antes?», se atrevió a preguntar la voz de The Levitants, Sergio Isabel. Cuestión arriesgada, pero logró que se levantara alguna mano. No obstante, el grupo vallisoletano ya pasó por el «festival hermano» Actual, tal y como lo definieron ellos mismos, eso sí, como participantes de la Guerra de Bandas de la edición del 2014, la que ganó Inocua. «Me gustan los que levantáis la mano pero me gustan más los que no y han venido a vernos», añadió el cantante.
El repertorio comenzó con algunas canciones de lo que será su próximo nuevo disco, de hecho, admitieron que «hemos venido a presentar un libro que no está publicado», y después interpretaron los temas de su anterior trabajo, 'Enola'. Su música, en ocasiones con aire del 'grounge' de Pearl Jam, derivó hacia el rock anglosajón, al modo de The Smiths. El concierto de The Levitants finalizó con 'Suicide' y lo cierto es que pudo parecer una actuación corta, algo que agiliza el transcurso de la jornada si no fuera por los largos tres cuartos que duraron las transiciones.
El primer grupo en actuar fue Ático 8, banda riojana compuesta por Alicia Rodríguez, Diego M. Continente y Daniel Pérez. El grupo tiene fuerza en el escenario y se acercaría al rock si no fuera porque la voz y la forma de cantar de Alicia frena ese concepto para llevarlo al pop. Las letras están trabajadas y el sentido es claramente feminista, algo que hay que subrayar en una jornada en la que, de tres grupos, con nueve músicos sobre el escenario (once contando a Me&DJs), cuatro eran mujeres (seis con Me&DJs).
Las melodías de Ático 8 a veces parecen sintonías de videojuegos, es una rara mezcla de pop y punk. Y, por citar algo al margen de lo musical, llama la atención que el músico Diego M. Continente exhibe una transformación estética que le conduce a asemejarse a un personaje de Gorillaz. «Acabamos ya. No tenemos más canciones. ¡Pero estamos muy contentos!», se despidió Alicia, no sin antes interpretar la canción 'Me gusta ser una zorra' de Vulpes. Todo un mensaje de reafirmación de la mujer, después de haber insistido en otros como el «¡No es no!».
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