Reimprimiendo la historia de Guillén de Brocar

De la calidad y equilibrio de sus impresos, la elegancia de sus tipos y la belleza de sus ilustraciones dan buena cuenta algunos de los 16 libros que reúne esta muestra, obras que abarcan desde la primera mitad del siglo XV hasta el XVII y que sirven de soporte para relatar la historia de la imprenta en nuestro país, y en La Rioja. Allí, el visitante puede comparar un manuscrito de la Regla de San Benito con uno de los primeros impresos; contemplar los primeros trabajos de impresores extranjeros que se asentaron en la Península ibérica y enseñaron aquí el oficio, o ver la evolución de la imprenta en Logroño a partir de Guillén de Brocar a través de herederos como Juan de Brocar y Miguel de Eguía (hijo y yerno del anterior, respectivamente), Matías Mares o Juan Mongastón.

Pero el capítulo principal se centra en Guillén de Brocar, quien trajo la imprenta a La Rioja en 1502. Instaló su taller en la plaza Martínez Zaporta de Logroño, donde se estrenó con el libro 'Elegantiae de Agostino Dati'. Pero no es éste ejemplar, sino tres obras impresas por él un año después las que ahora se exponen: 'Liber de oculo morali', 'Speculum sapientiae' y 'Tractatus sacerdotalis'. Este último es precisamente «el que nos motivó a hacer esta exposición –reconoce el director de la Biblioteca, Josu Rodríguez–, tras su adquisición en una casa de subastas de Londres a finales de 2012. Es un tratado sacerdotal que también contiene una pequeña receta para curar las lombrices –cita como curiosidad– y que lo hemos digitalizado e incorporado a la Biblioteca Virtual de La Rioja».

Los tres títulos mencionados comparten vitrina con la última, y dicen que más bella, obra procedente del taller de Brocar: 'Crónica de Juan II de Castilla' (1517).

Los comisarios de la exposición, Alberto Sal y Lidia de Felipe, nos guían por otras destacadas piezas, como una tabla metrológica o un estudio de la Biblia firmados por Antonio de Nebrija, de quien Guillén de Brocar fue el impresor de confianza. Y por la Biblia Políglota Complutense, un proyecto de enorme complejidad por tratarse de la primera edición impresa en varias lenguas (griego, latín, hebreo y arameo) de una Biblia completa. Fue un encargo del cardenal Cisneros en su afán de reforma de la Iglesia en Castilla.

La exposición 'Con privilegio real: Guillén de Brocar, primer tipógrafo de Logroño' puede visitarse hasta el día 31. Ha sido producida por la Biblioteca de La Rioja y tanto de sus fondos, como del Instituto de Estudios Riojanos y de San Millán de la Cogolla proceden los preciados ejemplares que ahora se muestran al público y que nos hablan de «una de las figuras claves de la llegada de la modernidad a Logroño y La Rioja». Así lo considera el consejero de Cultura, Pedro Uruñuela, que este lunes inauguró esta exposición «necesaria a la hora de recuperar la figura de Arnao y su papel en nuestra sociedad», dijo.