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Los diferentes actores que interpretan el papel de acusados de brujería.

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Los diferentes actores que interpretan el papel de acusados de brujería. Sonia Tercero
Recreación histórica

Regreso al tribunal de la santa Inquisición

Logroño vuelve a representar el truculento Auto de Fe de 1610 en el que se quemó a las supuestas brujas de Zugarramurdi

Diego Marín A.

Logroño

Sábado, 2 de noviembre 2024

El Auto de Fe de 1610 en Logroño está considerado como uno de los más importantes de la Inquisición en España contra las prácticas de brujería. Los días 7 y 8 de noviembre se quemaron vivas a once personas (seis mujeres y cinco hombres) acusados de pertenecer a una diabólica secta del valle navarro del Baztán, en concreto de Zugarramurdi y Urdax. Fue la última vez que la Inquisición condenó a alguien por aquellos supuestos crímenes, endemoniados e injustos. El inquisidor Alonso Salazar y Frías concluyó, años después, que «No hubo brujas ni embrujados en el lugar hasta que se comenzó a tratar y escribir de ellos». Tremendo.

Logroño, hermanado con Zugarramurdi a cuenta de este suceso, recrea cada año ese vergonzoso acontecimiento convertido ya en una especie de fiesta de continuación de Halloween. La Asociación Histórico-cultural Guardias de Santiago y el Ayuntamiento de Logroño celebran durante todo el fin de semana un evento con mercado, pasacalles y representaciones teatrales. Este sábado, al caer la noche, se celebró el pasacalles 'Camino al Akelarre' desde El Espolón hasta el parque del Ebro, donde se escenificó el aquelarre y el apresamiento de las brujas, para regresar con ellas y representar el célebre 'Auto de Fe de 1610'.

El programa continúa y finaliza este domingo con una visita guiada a las 12.00 horas por los puntos más destacados relacionados con la Inquisición en Logroño y, a las 13.30 horas, el homenaje a las víctimas del proceso inquisitorial en 'El bosque de la memoria' del parque del Ebro.

Antes de la representación del Auto de Fe hubo unos momentos de recuerdo y un minuto de silencio por las víctimas de la DANA

El pasacalles protagonizado por la Guardia de Santiago partió desde la calle Once de Junio ante mucha expectación. Con prácticamente el mismo vestuario que en la escenificación del asedio de Logroño de 1521, pero con maquillaje y aderezos inquisitoriales como una jaula rodante (vacía) y hachas y arcabuces, iniciaron su recorrido los actores hasta El Espolón. Eso sí, en plena preparación, al ordenar la formación al grito de «¡A ver, brujas que no se queman!», un espectador puntilloso apostilló: «¿Cómo que no se queman si no ha sido el juicio aún? Esto está amañado». Aunque para anacrónico los no menos de cuatro coches que pasaron por la calle, con la comitiva a punto de iniciar la marcha, sin que ningún agente de Policía Local controlase la circulación en la vía peatonal.

D. M. A.
Imagen principal - Regreso al tribunal de la santa Inquisición
Imagen secundaria 1 - Regreso al tribunal de la santa Inquisición
Imagen secundaria 2 - Regreso al tribunal de la santa Inquisición

Minuto de silencio

El breve recorrido contó con mucho público, en parte por la gente agolpada a ambos lados de la calle, ansiosa de ver la macabra escenificación, y en parte por las abarrotadas terrazas de los bares de la calle Bretón de los Herreros. Hasta los 'riders' de Glovo contemplaron la terrorífica escena. Y es que las supuestas brujas gritaban pidiendo ayuda, reclamando ser inocentes y que todo es mentira. Mentira, no como la oferta del mercado en El Espolón, donde es posible obtener una oración de liberación «auxiliar de exorcismo», la «extracción de enfermedad» a cargo de un chamán, una sanación egipcia o un tratamiento terapéutico con péndulo hebreo. Aunque casi es más terrible descubrir en la carta de la barra de comida mexicana unas salchipapas.

Hablando en serio, antes de la representación del Auto de Fe hubo unos momentos de recuerdo por los afectados por la DANA, animando a ejercer la solidaridad mediante una colecta, a lo que sumar lo recaudado con la venta de boletos para el sorteo de un lote de productos donados por comercios locales. También se guardó un respetuoso minuto de silencio por las víctimas.

Ya metidos en harina, se rememoró la quema de brujas sobre el escenario de la concha de El Espolón a fin de «proteger nuestras creencias» y «para pena de unos y ejemplo de todos». Fue el acto más multitudinario de todo el fi de semana, con cientos de personas contemplando la recreación de este hecho. Seis personas ejemplificaron el juicio al que fueron sometidos, con la opción última de arrepentirse por lo que nunca hicieron. Los inquisidores Alonso Becerra Holguín y Juan de Valle Alvarado encontraron a todos los acusados culpables de tratar con el diablo, si bien Alonso Salazar y Frías, apodado 'el abogado de las brujas', parece que puso algo de lógica en todo este horror, aunque de poco sirviera. Porque no solo sufrieron el fuego, también azotes, galeras y apropiación de bienes. Eso sí, el fin último de todo este proceso fue que, por «herejía» y «ritos diabólicos», «no quedará memoria alguna de ellos en esta tierra». No lo consiguieron.

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