Regresa Shen Yun con nuevas coreografías y el aforo completo

Fundada en 2006 y con sede en Nueva York, muchos de los artistas de esta compañía escaparon de la persecución actual en China, país donde están prohibidos sus espectáculos por el régimen comunista. En el resto de mundo, sin embargo, sus éxitos se suceden sin tregua gracias a la destreza y talento de sus jóvenes bailarines, su impactante vestuario y escenografías, y la fascinación que despiertan las historias y leyendas de una cultura milenaria como la china.

Arte y polémica, por tanto, van de la mano cuando se habla de Shen Yun. ¿El motivo? Muchos de sus miembros son seguidores de la práctica espiritual Falun Gong, perseguida y tachada de secta por el régimen chino. Y precisamente al Falun Gong se hace referencia en un par de números del espectáculo que estos días llega a Logroño, «porque pensamos que es una historia importante que contar», comenta su maestro de ceremonias sobre el escenario, quien explica que «algunos de los miembros de la compañía han estado en campos de trabajo y cárceles solo por sus prácticas de meditación».

Controversias aparte, la propuesta artística de Shen Yun combina cultura y alta tecnología para recrearse fundamentalmente en la China imperial, recorriendo leyendas, regiones y dinastías a través de la danza; desde las delicadas damas de la corte Tang hasta los valientes generales de los campos de batalla, desde las eternas obras filosóficas de Lao-Tzu hasta espectaculares escenas de reinos mágicos.

Una orquesta en vivo acompaña cada una de las danzas combinando instrumentos sinfónicos occidentales con otros tradicionales chinos como la delicada pipa (laúd chino) y el erhu de cuatro mil años de antigüedad (instrumento de dos cuerdas que se toca con un arco), además de una variedad de instrumentos de percusión.