San Mateo, en La Redonda. LR

Recaudador amigo de los romanos, apóstol de Jesús y evangelista

J. S.

Domingo, 22 de septiembre 2024, 09:43

También el cine ha reparado en Mateo. En 'Jesús de Nazaret' (1977), la miniserie de Franco Zeffirelli sobre la vida de Jesucristo, el maestro escoge como seguidor a Leví, el recaudador de impuestos de Cafarnaúm. El resto de los apóstoles se escandaliza por tener que admitir entre ellos a un pecador, un amigo de los romanos, pero Jesús les reprende, acude a su casa en medio de una fiesta pagana y cuenta la parábola del hijo pródigo «...Este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida –les dice en una de sus lecciones de misericordia–; estaba perdido, y ha sido hallado».

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Ese es Mateo (regalo de Dios) o Leví, hijo de Alfeo y Cleofás, publicano y recaudador entre los judíos del pueblo a orillas del mar de Galilea. Así lo cuentan los evangelios apócrifos. Según Eusebio de Cesarea, a la muerte de Jesús, Mateo predicó quince años en Judea, donde hacia el año 80 escribió su evangelio en arameo, uno de los cuatro canónicos. El suyo es el evangelio eclesiástico por excelencia, el más utilizado por la tradición primitiva de la Iglesia y el que encarna la vivencia de los primeros cristianos.

Tetramorfos

El profeta Ezequiel describió a cuatro criaturas con cara humana y apariencia animal vinculadas posteriormente a los evangelistas, los tetramorfos. El león representa a Marcos porque su evangelio comienza hablando de Juan Bautista, que clama en el desierto con la voz como un rugido. El toro, símbolo del sacrificio, es Lucas porque empieza hablando del de Zacarías. El águila simboliza a Juan porque se considerada un animal sabio y clarividente. Y el ángel es Mateo, porque es el único evangelista que habla de la genealogía de Cristo, el Hijo del Hombre, y además representa el amor divino, enviado por los ángeles, mensajeros de Dios, a los humanos. De ahí su constante presencia en la iconografía matea.

Según Rufino, después de predicar en Judea, Mateo marchó a Etiopía. Algunas fuentes afirman que fue decapitado allí mientras celebraba misa, en cambio, para Epifanio de Salamis (obispo de Chipre) murió en Hierápolis (en Partia, al noreste de Irán) y quien sufrió martirio en Etiopía habría sido Matías. En todo caso, desde el año 954 sus restos son venerados en Salerno (Italia).

Considerado santo, la Iglesia católica celebra su festividad el 21 de septiembre y la ortodoxa el 16. Es patrón de contadores, banqueros, funcionarios públicos y recaudadores de impuestos. Pero nada que ver con la vid y el vino, aunque en Logroño sus Fiestas de la Vendimia lo sean también de San Mateo por mera coincidencia de fechas. La feria de la cosecha que la capital riojana celebraba al menos desde el siglo XII fue establecida ese día en el siglo XIX por Isabel II y desde 1956 están vinculadas específicamente a la vendimia.

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Este es, en fin, el santo por el que brindamos estos días, un hijo pródigo amigo de los ángeles.

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