Rebeldes sin causa pero con limonada

El instituto logroñés lleva más de diez años dedicando la asignatura de Análisis Musical II a montar un espectáculo y este curso más que nunca sirve como reivindicación del Bachillerato de Artes Escénicas, desaparecido en el anterior plan de estudios y recuperado para el próximo. «Trabajamos en ello desde octubre, especialmente las últimas cinco o seis semanas. Es mucho esfuerzo continuado y mucha presión de última hora, pero merece la pena por la ilusión que hay detrás», cuenta Paloma Pérez, profesora y alma máter de la iniciativa.

Desde que empezó montando 'Chicago', decenas de jóvenes aspirantes a artistas (o no) han pasado por su aula año tras año. Suelen escoger esta asignatura atraídos por lo que ven como espectadores el curso anterior y, a la hora de la verdad, cuando les llega el turno, se enfrentan a un reto exigente que les obliga a implicarse a fondo. «Se juntan muchas cosas –comenta Fernando Gil Torner veterano director de escena, que colabora desinteresadamente–. Hay chicos que hacen música o bailan, pero la interpretación también requiere esfuerzo y ensayar y ensayar y repetir y repetir».

Es una experiencia formativa, pero también de maduración: el grupo decide qué obra adaptar, cómo hacer el reparto de papeles, desarrollar la historia y los personajes, montar los números musicales, mejorarlos con la práctica y cuadrar el show. «Vivir el proceso es lo más bonito», afirma Valeria. «Y conocer cómo se construye un espectáculo desde dentro», añade Yaiza. «Podía haber estado mejor», apunta Álvaro. «Pero todos terminamos siendo protagonistas», asegura Paola.

Es una experiencia académica, y también una vivencia individual y colectiva: «Hay que ser un equipo –dice Lina–. Hay que aprender a respetar a los demás y aceptar las discusiones y las opiniones contrarias». «Hemos hecho un buen grupo y una gran amistad», sostiene David. Y Mireia lo confirma emocionada: «Ha sido sencillamente increíble». Como Karla, que cierra la charla tras el último ensayo con una confesión ejemplar: «Aquí se me ha dado la oportunidad de ser alguien».

Aunque es casi lo de menos, el musical cuenta la historia de un grupo de estudiantes que se conocen en la sala de castigo del instituto, el aula de música, y forman una banda para defender su forma de ser. De una película Disney, el alumnado del Batalla ha hecho su propia película, su propio musical, su propia aventura y su pelea. No es 'Rebelde sin causa' pero se parece a eso que se siente con diecisiete o dieciocho años, cuando la vida es tan apetecible y a la vez tan ácida. Llámalo limonada.

Lemonade Mouth: musical de 2º de Bachillerato de Artes del IES Batalla de Clavijo.

Intérpretes: Paola Lumbreras, Álex Ranero, Paula Montes, Ana Amanda Sainz, Rubén Cordovín, Pablo Manubens, Yaiza García, Laura Aurrecoechea, Valeria Martínez, Julia Sanz, Cristina Merino, David de Arriba, Alba Guerra, Óscar Pajares, Lucía Jiménez, Laura Fernández, Andrey Vladimirov, Shauna Bortolotti, Karla Almagro, Mireia Pardo, Candela Blanco, Álvaro Daniel, Laura Azores, Frislina Yolaine, Daniela Sobrón, Paula Lasanta, Gorka Echevarría, Ángela Celaya, Iratxe Pérez, Alina Bors, Lydia Sáenz, Martina de Madrazo y Paula Ibarrondo

Músicos: Álex Ranero, Pablo Manubens, Laura Aurrecoechea, Ana Amanda Sainz, Laura Fernández, Shauna Bortolotti, Andrey Vladimirov, Karla Almagro y Paloma Pérez.

Dirección musical y vocal: Paloma Pérez.

Colaboradores: Jorge Sáenz y Fernando Gil (interpretación y artes escénicas), Carlos Rosales y Almudena Zúñiga (diseño gráfico e ilustración), Marcos García, Almudena Zúñiga y Mario Ruiz (escenografía y atrezzo) y César Novalgos y Fran Cremades (iluminación y sonido).