Raquel Villar se aventura en el género negro con 'La voz de las margaritas'

La voz que le llegó desde el otro lado del teléfono durante una airada llamada a una compañía de telefonía móvil fue la chispa que encendió su último libro. La escritora Raquel Villar (Logroño, 1987) incluso reproduce la misma escena en 'La voz de las margaritas', su quinta novela, que vio la luz en diciembre pasado y que la autora recrea en Logroño. La protagoniza una periodista del Diario La Rioja, Martina, y se articula sobre una trama policíaca de intriga.

Con esta historia se estrena Raquel Villar en el género negro. «He leído mucha novela negra últimamente y me apetecía», comenta. En su día le marcó la trilogía Millennium de Stieg Larsson; luego se recrearía con las trilogías de Eva García Sáenz de Urturi ('La ciudad blanca') y de Dolores Redondo (del Baztán) y con la última obra de Andrés Pascual, 'A merced de un dios salvaje'. Ellos han sido sus referentes en este aprendizaje autodidacta de Raquel Villar, docente de profesión y escritora por gusto. Y como ellos, opta por su ciudad como escenario para su novela. «Toda mi vida se ha desarrollado en La Rioja y la gente me decía que para cuándo un libro de aquí. Quería hacer algo con una periodista, así que quién mejor que alguien de mi localidad. La protagonista tiene mucho de mí, pero no soy yo».

La trama de 'La voz de las margaritas' encierra una gran mentira gubernamental, con los servicios secretos de por medio. Pero también aborda otras cuestiones, como los problemas mentales (tema que ya tocó en 'El palacio de paredes verdes'). Anteriormente enfocó hacia el maltrato la trilogía que abrió con 'La libreta roja' y cerró con 'La sonrisa de Lúa'. «Son temas me llaman la atención, me inquietan y me interesan, por eso los traslado a mis libros. Los problemas mentales cada vez me inquieta más, porque a nivel de medicina hay muchos más avances en cuanto a mejora física que mental». También escribe una historia de amor, pero de un amor real, al margen de redes sociales y relaciones tóxicas. «Trato de limpiar un poco esa imagen con un amor más real, de verdad».

Cinco novelas en siete años hablan de ella como de una autora muy prolífica, lo que achaca a las ganas de escribir, sin ataduras editoriales ni servidumbres familiares. De hecho, ya dispone del borrador de su próxima novela, también negra.