Harto, cansado de un inacabable encierro de tres lustros, de las amenazas y de un insuperable sentimiento de culpa por estar vivo, pero dispuesto a resistir. Así se siente Roberto Saviano (Nápoles, 42 años), el periodista y escritor italiano que plantó cara la Camorra que ... puso precio a su cabeza y que ahora cuenta su calvario en un cómic. 'Todavía estoy vivo' (Reservoir Books), es el elocuente titulo del álbum. «Me permite contar las cosas como no podría hacerlo en una novela, un ensayo o una biografía», explica el autor de 'Gomorra' desde un lugar no precisado. Asaf Hanuka dibuja la historia «de un superviviente que se niega a rendirse», que vive desde 2006 bajo custodia policial permanente y que a menudo siente arrepentimiento.
Publicidad
«Este cómic nace para romper el hábito de creer que lo que me ha pasado es normal. No estoy muerto y no estoy vivo. Resistir significa mantenerme con vida, seguir adelante, aunque a partir de ahora no sé si puedo seguir con esta vida de mierda, con una desconfianza total y el sentido de culpa por estar vivo del que no he conseguido resistirme y protegerme», explica. «Quién haya visto 'Papillon' o leído la novela sabe que acaba cuando el protagonista que escapa de la isla clama: 'malditos bastardos; todavía estoy vivo», grita Saviano a sus verdugos.
«La novela gráfica une de manera extraordinaria muchos instrumentos del cine, la literatura o la pintura, y necesitaba todas estas herramientas para describir este desastre. Para hacer un mapeo tras haber perdido la medida de mi cuerpo y pode contar mucho de lo que me ocurrió. Algo que, recordemos ha pasado en Europa, no en África ni en América Latina ni en Asia» ,dice el autodeclarado «campeón del mundo del confinamiento».
Vive Saviano rodeado cada hora por cinco carabineros y lamenta que nadie se escandalice ya si asesinan a un periodista «como ha ocurrido en el centro de Ámsterdam en Eslovaquia, o en Malta». «La opinión pública lo ve como algo normal», lamenta, denunciando que los mafiosos sigan actuando con impunidad. «Europa se llena de capital mafioso y quien lo denuncia sabe que acabará cubierto de barro, de denuncias y con una vida de mierda», señala. «Así que me pregunto por qué seguir con esta vida infeliz».
No sabe si volverá a tener una vida «normal y feliz». «Siento una enorme culpa, por no haberlo conseguido aún. ¿Es por narcisismo? ¿por egocentrismo?, me pregunto. Y me respondo que es la venganza no solo la Camorra, sino también de una parte política que todavía intenta aniquilarme». «He tenido denuncias por difamación de Salvini y de Meloni, los líderes de la derecha en Italia. Me apegaba a la venganza, pero cuanto más me amenazaban, más resistía y más gritaba mi palabra. Pero aun así, han empeorado las cosas», reconoce.
Publicidad
«Tuve la ingenua esperanza de que alguien me pudiera salvar: un gobierno que me tendiera una mano y me dijera 'yo me ocupo de todo y poco a poco te devolveremos tu vida normal'. Pero comprendí que sería un chantaje, que se me ofrecería una vida normal a cambio de silencio. Así que espero tener la fuerza para salir de aquí. No puedo vivir de este modo más tiempo. Llevo así desde los 26 años y voy a cumplir 43», explica.
«Justificarme que estoy vivo genera un estrés continuo. Si de verdad estás en el objetivo del crimen, la pregunta terrible es cómo es que todavía estás vivo. Por qué no has muerto. Y la respuestas es que no lo sé», insiste. «Pero sí sé que razonar así es dar el pode a los malos, al enemigo, reconociendo que estás vivo porque ellos te lo han permitido. Y en realidad no es así. Es absurdo».
Publicidad
Ahora, además, Saviano reconoce arrepentimiento. «Me daba vergüenza decirlo antes, pero ahora no. Me he arrepentido de lo que he hecho. Mi vida se ha convertido en un desastre. Desconfío de mí a menudo. Mi trabajo ha dado voz a los que no la tenían. Arrojó mucha luz y luego mucha sombra. He llegado a medio mundo y estoy orgulloso. He visto que se usa el 'método Gomorra', como hizo Nacho Carretero en 'Fariña', pero a nivel humano es insoportable», reitera.
Ve además «la imposibilidad de cambiar las cosas» y lamenta «una impunidad de los malos que me desconcierta». «Las mafias me han ayudado a entender el capitalismo, que tiene una vocación mafiosa y criminal». «Mi formación es libertaria, pero veo que Londres es la capital mundial del blanqueo. Luego están Andorra, Luxemburgo, Liechtenstein, Mónaco, Malta, Chipre, Gibraltar o Holanda, qué trata de atraer todo el dinero criminal sin que los intelectuales debaten la cuestión», denuncia.
Publicidad
«Un frutero debe pagar el 60% de impuestos y un millonario un 5 %. Las mafias están en la vanguardia económica. A diferencia del empresario legal, los mafiosos defienden el dinero muriendo y matando. Saben que se les traicionará y se les detendrá pero también que mientras que estén al mando son los más poderosos», concluye.
«México vive una narcodictadura. Se mata a los periodistas ante el silencio de la opinión pública occidental. ¿Cuántos documentales o películas se han hecho fuera de México sobre el asesinato de periodistas. Ninguno. Lo que pasa interesa cada vez menos y esto lo saben los poderes criminales que actúan en consecuencia. Saben que matando y llenando de denuncias pueden hacer que la vida del periodista sea muy frágil. Si lo matan, la opinión pública se desentinde. En el pasado la denuncia suponía luz. Ahora la vida de un periodista no vale nada», concluye
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.