¿Me pueden explicar qué es el arte?

Quizá se tarde menos tiempo en definir algo diciendo todo lo que no es. ¿Quién, quiénes, qué, cuándo y cuánto y por qué algo se entiende como arte? ¿Está el arte cerca del individuo? ¿Se entiende? Esas preguntas se defendieron con pasión en la mesa redonda que tuvo lugar ayer en el Parlamento de La Rioja y que venía a poner el colofón al duodécimo certamen nacional de pintura que este año ha ganado el gaditano Eduardo J. Millán Sañudo.

Un paseo por las obras seleccionadas y al semirruedo de debate a pelear en una dialéctica que todos ganaron porque todos los razonamientos son posibles y más en ese escenario. Que Luzón, exdirector de El Prado, decía que de arte entendemos todos... pues brochazo de Antonio López para contestar que no. Las dudas del catedrático Pedro Martínez Sierra acerca de la verdad de las manifestaciones artísticas y el pesimismo de su homólogo Francisco Crespo, quién no se atreve a vaticinar qué va a pasar en el futuro por la manipulación que sufre la sociedad.

Confesó Antonio López antes de empezar que enseguida retomaría su cuadro de la plaza de Sol de Madrid. Esa luz la encuentra solo cuando arranca junio y su realismo precisa esas condiciones como detener el tiempo en la maduración de un membrillo.

También se habló de fruta. ¿Es arte un plátano pegado en la pared con cinta aislante? ¿Lo es porque alguien paga una fortuna? Este puede ser uno de los nudos gordianos de las tendencias actuales. ¿Vale Arco o el criterio del Reina Sofía? ¿Quién dicta que sea así? ¿Museos llenos y galerías vacías? Luzón se dejó la piel para defender que la gente se acerque a las galerías y compren lo que les guste; Antonio explicaba que al público le da miedo equivocarse. Pedro Martínez explicó que el artista, cada vez más, para ser entendido, precisa un mayor aprendizaje por parte de la sociedad, lo que reduce su capacidad de calado, lo restringe y lo convierte en algo selectivo y alejado de la sociedad.

Antonio López se incendió en este punto. Afirmó con vehemencia que en la antigüedad el artista y el que miraba estaban en el mismo plano y si alguien pintaba un bisonte en una cueva era porque le salían bien y eso se entendía. Ese ejemplo enlaza con su visión casi fotográfica del mundo cuando afirmó que en este momento no se necesitan artistas, lo que hace falta es gente de ciencia. El de Tomelloso defendió los concursos de pintura y la excitación que para él representaba participar en un certamen y que ahora, como jurado, ha tratado de elegir con toda honestidad lo mejor para el Parlamento.

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