Borrar
Monumento en honor a Aurelio Clemente Prudencio, en Calahorra. :: I. ÁLVAREZ
Prudencio, algo más que un poeta

Prudencio, algo más que un poeta

Este ilustre riojano está considerado uno de los mejores poetas cristianos de la Antigüedad Calahorra celebra los 1670 años del nacimiento del retórico, político e historiador Aurelio Clemente Prudencio

MARCELINO IZQUIERDO VOZMEDIANO

Lunes, 18 de junio 2018, 23:43

logroño. Nació en Calahorra, en el año 348 -hace 1670 años-, uno de los riojanos más ilustres de la antigüedad, y no por ello más famoso y valorado. Aurelio Clemente Prudencio era su nombre, si bien por la influencia del callejero es conocido como Poeta Prudencio, pese a que también ejerció como literato, retórico, jurista, político e historiador.

Cuando hacia el año 405 publicó el 'Peristéphanon', una colección de himnos en recuerdo a diferentes mártires del primer cristianismo, el propio Prudencio escribía su autorretrato en el prólogo de la obra: «Tengo en la actualidad cincuenta y siete años. Se aproxima el fin, y Dios va mostrando a mi ancianidad el día vecino. ¿Qué cosa de provecho he llevado a término en el decurso de un tiempo tan largo? La edad primera la pasé bajo las férulas batientes de los maestros. La mocedad viciosa me enseñó luego a fingir y no pasó inocuamente por mi alma. La insolencia peligrosa y la ostentación provocativa, ¡ay, me avergüenzo y me pesa!, manchó mi juventud con sus inmundicias y su lodo. Luego, los pleitos predispusieron mi alma ya confusa, y la funesta obstinación del triunfo forense me guió en multitud de casos escabrosos. Dos veces goberné ciudades nobles con las riendas de las leyes, e hice justicia, siendo la égida de los buenos y el terror de los malos. Por fin, la liberalidad del príncipe me puso en el escalafón militar, destinándome cerca de sí en un orden próximo a su persona. Mientras la vida me conducía voluntaria por estas vicisitudes, cayó sobre mi cabeza de anciano la canicie, arguyéndome del olvido del viejo cónsul Salia, bajo cuyo consulado nací. Cuántos inviernos hayan pasado y cuántas veces hayan substituido las rosas al hielo de los prados, la nieve de mi cabeza te lo dice».

Noble y cristiano

Pertenecía Prudencio a una familia noble, muy arraigada en el cristianismo y con posibles económicos, por lo que gozó de una notable educación y distinguida posición social. Enseñó retórica, ejerció justicia y se labró una intachable carrera política como funcionario del Imperio Romano, hasta el punto de ser designado gobernador provincial. Bajo el mandato del emperador Teodosio, desempeñó en Roma el empleo de prefecto; ocupó un alto cargo en Milán y conoció de primera mano los avatares del cristianismo en una época tan convulsa como expansiva. Se enfrentó, incluso, a graves acusaciones de las que tuvo que defenderse ante el Senado, que lo proclamó inocente.

En el año 404 regresó a Calahorra Aurelius Prudentius Clemens, que así era su nombre en latín, bajo el amparo y la amistad del obispo Valeriano, toda una celebridad en la Hispania Romana. Publicó su 'Peristéphanon' o 'Libro de las Coronas', una «colección de himnos dedicados en su mayoría a españoles que habían recibido el martirio», según Martín de Riquer y José María Valverde, «el monumento más importante de la primitiva poesía latina cristiana». Entre los homenajes a estos mártires, destacan los actuales patronos de su ciudad natal, San Emeterio y San Celedonio. Por todo ello, está considerado como uno de los más notables poetas cristianos de la Antigüedad

Existe una controversia sobre la verdadera cuna de Prudencio, pues mientras la mayoría de los expertos señalan Calagurris, historiadores aragoneses la sitúan en Caesaraugusta (Zaragoza). De hecho, el propio poeta señala como «suyas» las dos ciudades.

Durante sus últimos años, redobló su labor como poeta y se retiró a un monasterio hispano donde practicó la vida ascética y falleció hacia el año 410.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Prudencio, algo más que un poeta