Escribo este espacio minutos después de meterme entre pecho y espalda la despedida de este mundo de una figura absolutamente icónica para muchos, como ha sido la reina del Reino Unido, Isabel II. Dejando a un lado el hecho de que en mi modesta opinión ... la tele se ha pasado más de un pueblo con este asunto, he de reconocer que la gente británica ha mostrado que no tiene ningún remilgo en destacar la vertiente religiosa del evento, y no porque la reina fuese la cabeza visible del anglicanismo. Más aún: tienen en suma estima lo que es el decoro, el respeto, el buen gusto y las tradiciones y cultura que constituyen su ADN.

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Por contraste, me topo con que en mi tierra se ha grabado un vídeo para promocionar el turismo en La Rioja, vídeo que he visionado varias veces antes de escribir esto. Entre otras imágenes superficiales y al buen tuntún, muestra el baile de dos danzadores encima del altar de un templo católico. ¿Me he escandalizado? En absoluto, y eso a pesar de que se trata de un altar en el que yo, personalmente, he celebrado la Eucaristía muchísimas veces porque fui párroco de Clavijo y de La Unión hasta la aparición de mi cáncer.

Mi fe –que ha de ser respetada– y la fe de los que asistían a esa misa me dice, nos dice, que ese altar está consagrado, reservado fundamentalmente para convertir el pan en el Cuerpo de Cristo, el vino en su Sangre y rememorar su sacrificio redentor en la cruz. Y esto en La Rioja lo saben todos, aunque no se lo crean, no lo practiquen y no lo vivan. Entonces, ¿por qué no se ha respetado esto?

Si han querido hacer un vídeo de promoción de La Rioja, ¿por qué no han echado mano de los miles de kilómetros de película que tendrán de los últimos sanmateos en los que se ha hecho la ofrenda a la Virgen de Valvanera, en pleno Espolón lleno hasta los topes de gente sencilla, políticos, artistas, periodistas y ... danzadores y danzadoras hasta decir basta? Y todo con muy buen gusto y decoro. ¿Por qué lo del altar de una parroquia? ¿A qué viene esa ordinariez?

Yo no voy a decir aquello de que lo hacen en un templo católico y no se atreven a hacerlo en una mezquita porque me parece mezquino, pero tal vez tengan un punto de razón. Yo simplemente considero que aquí ha primado la ignorancia, una ignorancia absolutamente culpable porque se tenía que haber subsanado echando mano de los muchos asesores de los que gozan, para más INRI, a cargo del erario público. ¿Por qué no preguntaron antes en el Obispado, por ejemplo?

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Ese altar está consagrado para convertir el pan en el Cuerpo de Cristo y el vino en su Sangre

¿Sabían ustedes que el templo de La Unión –y por lo tanto el altar– es obra del arquitecto sacerdote Gerardo Cuadra, que ha formado parte de la Comisión de Patrimonio de la Comunidad Autónoma, que recibió el Galardón a las Bellas Artes Riojanas en el 2004 y que fue condecorado, si no recuerdo mal en el 2011, con la Insignia de San Bernabé, instituida por nuestro Ayuntamiento logroñés para reconocer la trayectoria de los vecinos significados en algún orden de la vida? ¿Qué le habrá parecido a buena parte de la Europa culta la ridiculez del baile sobre este altar?

Yo no pretendo condenar a nadie porque no es mi papel ni me corresponde, pero ya son ganas de enredar y de buscar líos cuando las cosas son más fáciles que todo eso.

Para terminar, recordaré que nuestro diario destacaba al final de la información de este extraño asunto que –y cito textualmente– «según fuentes del Gobierno, el obispo de la diócesis pudo mantener una conversación «amistosa» con la presidenta del Ejecutivo regional, Concha Andreu. En ella, Santos Montoya (el obispo) se mostró comprensivo, a pesar de que no se siguieron los procedimientos reglamentarios». Fin de la cita.

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¿Qué esperaban que hiciese nuestro obispo? ¿Montar un numerito en forma de bronca? Desde el primer momento de su venida a la diócesis se ha mostrado como el obispo de todos los riojanos, creyentes o no, practicantes o no; se ha mostrado como un hombre dialogante y conciliador, que quiere unir, que quiere animar y nunca dividir a nadie contra nadie. Pero yo he sido muchos años responsable de la Oficina de Prensa del Obispado riojano y les puedo asegurar que todos los comunicados diocesanos llevan la aprobación expresa del obispo y este último expresaba desaprobación a ese baile sobre un altar. Como debe ser.

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