Primeros latidos poéticos de Cristina

Pues vete para no doler.

La autora del poema es la joven logroñesa Cristina del Campo Ezquerro. En mayo cumplirá 18 años, aunque no ha precisado de la mayoría de edad para ver cumplido uno de sus sueños: editar su propio poemario.

'Vete para no doler' es su título, y desde finales de marzo se encuentran en las librerías de Santos Ochoa, en Amazon y en la web de Círculo Rojo, editorial donde ha visto la luz. Sus páginas reúnen unos 60 poemas. «La gran mayoría son sobre amor, amistad, sentimientos y emociones que he ido teniendo a lo largo de la vida», nos explica la autora, alumna de 2º de Bachillerato en Jesuitas.

En cada una de las páginas asoma ella, sin tapujos, censuras ni miedo. «Es una Cristina que muestra todo lo que es y lo que siente. Es una Cristina sensible, aunque pueda no parecerlo; que siente y vive mucho las cosas», se define a sí misma y a través de su poesía.

El título del libro, 'Vete para no doler', coincide con el último verso del poema que abre este reportaje. ¿Habla de un desengaño amoroso? «Algo así es. En mis poemas hablo de sentimientos que mucha gente ha vivido, y por eso quienes los leen reconocen sentirse muy identificados».

Esta joven autora nos habla también del estilo de sus versos, la mayoría rimados. «Todo el mundo que ha leído el libro me dice que tengo un estilo muy fresco, que dan ganas de seguir leyendo porque es fácil de entender. Se lee rápido».

Echa mano de la rima o la prosa sin meditarlo. «Empiezo a escribir a partir de una idea y escribo sin ningún patrón. Cuando se me viene una idea a la cabeza tengo que escribirla, lo mismo si estoy en el sofá de mi casa que en un autobús. Cuando estoy a punto de dormir es cuando más ideas se me ocurren, las escribo y luego ya duermo tranquila. La verdad es que doy bastantes vueltas a mis poemas, como a todas las cosas. Tienen un trasfondo que a primera vista no siempre se ve, pero en sucesivas lecturas vas encontrando cosas que puedes hilar».

Cristina del Campo se reconoce una lectora empedernida, sobre todo de novela negra policiaca. Escribe poesía desde hace un par de años. Nos explica que «en un principio me salía solo, como una forma de desahogo de mis sentimientos y pensamientos. Luego vi que me ayudaba mucho a curar esas heridas de las que escribo en el libro, seguí escribiendo, se lo enseñé a mi madre y me dijo que estaba muy bien. Al principio solo se lo enseñé a ella, luego a mis amigas y parte de mi familia... y como la gente se sentía identificada me planteé ¿y si lo recojo en un libro?». Así surgió la idea de su poemario, autopublicado en la editorial Círculo Rojo y con una primera tirada de 200 ejemplares.

¿Qué es la poesía para Cristina?, le preguntamos. «Para mí es como una ayuda, es poner palabras a lo que siento. Leerla también me ayuda mucho y me tranquiliza, tanto la mía como la de otros autores». Y menciona al rapero y poeta Rayden entre sus autores preferidos.

También ella ha trasladado sus versos a las redes sociales, sobre todo a Instagram. «Compartir la poesía en redes es acercarla a los jóvenes y hacerla más dinámica. Cuando te obligan a leerla en el cole es como cogerle un poco de manía. De hecho hay gente que me ha dicho que nunca había leído poesía y que la mía le gusta porque no es algo obligado sino que lo lees por gusto».

¿Confías en que tus poemas vean la luz en una editorial tradicional? «Me encantaría y yo lo voy a intentar, esto solo es el principio para mí».