«Quiero que la gente se quede atónita»

- ¿Por qué decidió rodar 'Interstellar'?

Siempre he sido fan de la ciencia ficción. La idea de explorar el espacio y visitar otra galaxia era inevitable, sobre todo si tenemos en cuenta que yo de niño lo único que quería ser era astronauta.

- ¿Es una película donde la tecnología pesa más que la historia?

No. Hubiera fallado irremediablemente de ser así. Hay un equilibro entre la historia y los efectos. La tecnología forma parte de nuestras vidas, todos la llevamos en nuestros bolsillos o la tenemos en el salón de casa. Vivimos en una era en la que muy pronto vamos a empezar a enviar seres humanos al espacio. Pensé que seguir al protagonista en su viaje era una historia que necesitaba ser contada. 'Interstellar' es una gran aventura.

- ¿Qué significa para usted?

Quiero que el público conteste a esa pregunta. La última parte de mi trabajo es dejar a la audiencia preguntándose de qué trata la película. He estado investigando lo que significa ser un ser humano, qué nos mueve y cuál es nuestro lugar en el universo. Cuanto más viajas hacia el exterior, más te das cuenta de lo que somos y de lo importante que es conocernos interiormente.

- El existencialismo es un elemento constante en su filmografía.

Estoy interesado en todo tipo de géneros, pero es cierto que me siento atraído por el cine negro que se enfrenta a las imperfecciones del ser humano. Son historias que destruyen de manera implacable la fachada del personaje. Creo que un gran drama nace de encontrar las grietas a los personajes. Cuando escribo un guion pienso en lo que quiero conseguir con esa película, en los momentos de angustia, porque eso hace que una película sea excitante.

- ¿Por qué su fascinación con la filosofía?

No creo que sea una decisión consciente. Simplemente estoy interesado en la gente, en el sujeto sobre el que gira la historia. Creo que en una película siempre debe existir una realidad objetiva que atrape nuestras percepciones.

- En este caso hay menos efectos especiales y más interpretación.

La fuerza que mueve la historia son los actores, a través de ellos el público experimenta lo que está viendo. Rodar una película de ciencia ficción a gran escala era un reto enorme. Quiero que el espectador esté con nosotros en todo momento, que acabe completamente inmerso en la película.

- Hizo una investigación científica sobre el tema de la película.

Mantuve muchas conversaciones con científicos mucho más inteligentes que yo. En ocasiones terminaba con dolor de cabeza.

- ¿Qué películas de ciencia ficción le inspiraron?

No puedo dar una lista completa porque entonces te vas a dar cuenta de lo que he copiado, ja, ja. Desde luego he sentido la influencia de 'Blade Runner' y de la saga 'Star Wars', aunque para mí la película por excelencia de ciencia ficción siempre ha sido '2001: Una odisea del espacio'. La vi en el cine con mi padre y recuerdo aquel momento como una experiencia memorable. He tratado de contar en 'Interstellar' una historia similar por la ambición con la que está rodada en cuanto a escala y efectos. Quiero que los niños vayan con sus padres a verla y se queden atónitos con la ejecución de las imágenes.

Un negocio arriesgado

- Los estudios se pelean por usted. ¿Es difícil trabajar con un presupuesto limitado cuando se lucha por un proyecto ambicioso?

Lo cierto es que nos ajustamos mucho al presupuesto y no nos pasamos. He tardado casi una década en realizar 'Interstellar', jamás pensé que me tomaría tanto tiempo. Mirando atrás reconozco que no estaba emocionalmente preparado para rodarla cuando empecé a escribirla.

- ¿Que aporta Matthew McConaughey al personaje protagonista?

Le brinda autenticidad emocional. Verle actuar es algo maravilloso, porque su trabajo alimenta a la historia. Es un actor extremadamente exigente a quien respeto mucho, trató por todos los medios de conectar con el papel por extraño que fuera en algunos momentos.

- Su colaboradora más frecuente es su esposa, madre de sus tres hijos y productora de sus películas, Emma Thomas.

Tuvimos suerte de poder hacer juntos 'Interstellar', generalmente los estudios quieren, por razones obvias, jugar en terreno seguro. Hacer una película es un negocio muy arriesgado, se gasta mucho dinero y unas veces funciona y otras no. Pero el riesgo tiene sus ventajas.

- ¿Qué le da más satisfacción: escribir, producir o dirigir?

Dirigir me satisface de muchas maneras, aunque lo realmente divertido es unir las tres facetas y convertirlas en una sola línea de expresión. Así te conviertes en el único que pone límites a su creación.