Gloriosa tragedia

Las fuerzas de seguridad seguían órdenes del gobernador de Alabama, George Wallace, quien pasaría a la historia por una frase de espíritu muy alejado de aquel sueño por el que siempre se recordaría a Martin Luther King: "Segregación ahora y segregación siempre". El contraste entre su intransigencia y la dignidad de King y quienes con él resistieron las acometidas de los agentes ofrecería una poderosa imagen que décadas después le serviría como metáfora David Remnick, director de la prestigiosa revista 'The New Yorker', para enhebrar el más poderoso relato de cuantos hasta el momento se han escrito sobre la llegada a la Casa Blanca del primer presidente negro en la historia de Estados Unidos: 'El puente'.

Y de ese hilo -los acontecimientos del denominado 'Domingo Sangriento'- tira también Ava DuVernay en un filme llamado a reinar en la temporada de premios pero al que le ha ocurrido algo similar a lo que le sucedió el año pasado a 'El mayordomo': que se ha ido desinflando a medida que pasaban los meses. A DuVernay le llegó el proyecto precisamente después de que lo abandonase Lee Daniels, quien prefirió concentrarse en las memorias de quien contemplase la historia en primera fila mientras servía en la Casa Blanca. 'Selma' y 'El mayordomo' tienen otra conexión: la presencia en ambos largometrajes de Oprah Winfrey, el rostro negro más popular en el país de las barras y las estrellas hasta la irrupción de Obama.

El resultado es una cinta majestuosa, emocionante, que transita del dolor de los oprimidos negros de la calle a las cábalas de un Lyndon Johnson que había llegado al Despacho Oval tras el asesinato de John F. Kennedy y que acabaría firmando su mayor obra como presidente con una legislación sobre derechos civiles que, paradójicamente, le costaría a su partido la pérdida del sur. Sustentando por las poderosas articulaciones de un David Oyelowo, injustamente olvidado por los académicos -probablemente la historia hubiese sido distinta de no haber concurrido el año pasado entre los finalistas a mejor actor Chiwetel Ejiofor- y un Tom Wilkinson nuevamente imperial que se mimetiza en ese viejo zorro de la política que fue el mandatario texano, 'Selma' es un canto a la dignidad de quienes tantas humillaciones hubieron de soportar, aunque algunos no le hayan otorgado el crédito que merecía.