Daniel Roldán
Viernes, 27 de enero 2017, 11:55
Veinte fueron las elegidas, las afortunadas de poder contar con un dinero prometido durante la preparación del proyecto y no a los dos años de haber estrenado la película en las salas comerciales. El cambio en la ley del cine se vio plasmado el año ... pasado. El 23 de diciembre de 2015, dos órdenes ministeriales aparecían publicadas en el BOE para culminar con el cambio de modelo de financiación aprobado en mayo de ese año y rematado con un reglamento a principios de ese mes de diciembre. La primera orden decía adiós al sistema de amortización, aunque todavía convivirá con el nuevo sistema hasta 2018 para evitar que las películas producidas en 2014 y 2015 se queden colgadas.
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La segunda orden, con la que se regulaba el reconocimiento del coste de una película y la inversión de los productores y permitirá, en principio, controlar mejor el gasto y dotar de mayor transparencia. Una medida para evitar que se produzcan más fraudes detectados en las taquillas de numerosas películas y que están siendo investigados por diferentes juzgados de Madrid. Una situación que ya ha provocado la primera condena: la Audiencia Nacional consideró que le productor Gervasio Iglesias debía devolver los 334.108 euros (ayuda más intereses) por la película After de Alberto Rodríguez. El fallo, conocido en noviembre, establece que se infló los resultados de la taquilla, con el regalo de entradas para sesiones extraordinarias, con el fin de alcanzar la recaudación bruta necesaria para obtener la ayuda. Además de estas acciones, hay otros productores implicados, como el expresidente de la Academia del Cine Enrique González Macho.
Con esta nueva fórmula se establecen nuevas fronteras. El coste mínimo de los largometrajes será de 1,3 millones para poder recibir una ayuda, que ascenderá a un máximo de 1,4 millones. Además el requisito de financiación para obtener los fondos del Ministerio de Cultura es del 35% (antes era del 40%). Además se eleva a 80 el número de puntos para acceder a esos 1,4 millones. En la primera convocatoria, que se anunció el 15 de julio, cuatro películas lograron la máxima cantidad de dinero: Aundiya, El expediente, Tadeo Jones 2 y Abracadabra. En esta convocatoria, solo veinte películas se repartieron 30 millones procedentes del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales y cumplieron con el pliego de condiciones. Por ejemplo, las películas documentales deberán tener un coste mínimo de 400.000 euros y en las coproducciones internacionales, la parte española será de 700.000 euros.
Además se plantean criterios específicos para las películas de animación, se valora la contratación de personal español para los efectos visuales y se regula de forma más detallada el posible rembolso de las ayudas. Además, se modulan las exigencias de estreno en salas: se mantiene la exigencia de estrenos en 40 salas para aquellos proyectos con un presupuesto superior a dos millones, pero se reduce a 20 salas para aquellos pequeños proyectos que no llegaron a los dos millones de coste.
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