Eduard Fernández, un animal teatral con alma de espía

A este barcelonés con cara de pillo que actuaba de joven como mimo en locales de alterne y como payaso en las calles de Barcelona, el mundo del cine le vino de casualidad, hace ahora casi dos décadas. Hasta entonces hacía teatro y mucha televisión, pero no se había planteado dar un salto al que ahora es su hábitat natural. Algo le debió de decir Javier Bardem, su compañero de reparto en su primer rodaje de cine, ya con 35 años, para redirigir toda su carrera hacia el celuloide.

Desde entonces, más de una treintena de películas y el reconocimiento general de la crítica le avalan: nueve candidaturas a los Premios Goya sin contar con la de este año, de las que ganó dos: uno por ser el mejor actor protagonista en 2001, con 'Fausto 5.0', y otra más en 2003, como actor de reparto de 'En la ciudad'. Todo sin dejar de lado las tablas teatrales para firmar papeles como el que despachó en 'Hamlet', que también le cubrió de galardones

Sin embargo, han pasado trece años desde que se llevara el último premo Goya a casa, desde que se quedara a las puertas con las nominaciones por 'Cosas que hacen que la vida valga la pena' (2004); 'El método' (2005); 'Biutiful' (2010); 'Todas las mujeres' (2013) y 'El Niño' (2014). Su última candidatura al Goya podría ser la que resarciera al actor de la espera al ver premiado su trabajo para dar vida a Francisco Paesa en 'El hombre de las mil caras'. Una destacada interpretación -premiada con la Concha de Plata del Festival de San Sebastián- que tiene, sin embargo, duros competidores: Roberto Álamo por 'Que Dios nos perdone'; Antonio de la Torre por 'Tarde para la ira' y Luis Callejo por 'Tarde para la ira'.