El nuevo y el otro cine español

Algunos de ellos son pioneros en trabajar de otra forma, con muchos menos medios y algo más apartados de la industria, aunque con la ventaja de no haber vivido tiempos mejores que echar de menos. En el caso de los nuevos cineastas, el cine español atesora una cantera de directores, productores y guionistas que llega pisando fuerte y que, además del manejo de los nuevos medios de producción, comparten un alto grado de formación y talento para dar con buenas historias que conecten con el público. También la Academia ha estado atenta, y en las últimas ediciones de los Premios Goya comenzaban a frecuentar las nominaciones nombres como Rodrigo Cortés, Paco Plaza, Juan Antonio Bayona, Borja Cobeaga, Kike Maíllo, Alberto Rodríguez o Carlos Vermut.

El caso de Alberto Rodríguez no es precisamente el de un principiante, aunque su imparable trayectoria y su presencia habitual en festivales y premios, hace tomar conciencia del nuevo panorama que se dibuja cada vez más nítido. El cineasta sevillano cuenta en su haber con seis películas y las dos últimas, Grupo 7 y La isla mínima, acapararon 16 y 17 nominaciones respectivamente a los Premios Goya. Ahí es nada.

Caso más llamativo es del cineasta Carlos Vermut (Madrid,1980), cuyo segundo largo, Magical Girl, es considerado por muchos la muestra perfecta de eso a veces inclasificable que llaman el nuevo cine español. La cinta, que aspira a siete premios Goya, cuenta ya con la Concha de Oro a la mejor película y la de Plata a la mejor dirección del festival de San Sebastián. La película también le ha brindado a dos de sus actores, Luis Bermejo y Bárbara Lennie, la nominación al mejor actor y actriz, y una tercera como actor de reparto a José Sacristán. No hace falta retroceder mucho en el tiempo, justo hasta 2011, para encontrar su primer largometraje, Diamond Flash, un proyecto que se abrió camino en internet convirtiéndose para algunos en película de culto.

Muchas más pistas ofrecen las nominaciones al director novel, donde destaca el dúo formado por Juanfer Andrés y Esteban Roel, capitaneados por Álex de la Iglesia para sacar adelante Musarañas; Carlos Marqués-Marcet, que ha logrado tres nominaciones con 10.000 Kilómetros, Beatriz Sanchís por Todos están muertos o Curro Sánchez Varela, nominado por el excelente documental sobre su padre, Paco de Lucía.

Actores y actrices que traen aire fresco

También las nominaciones a los intérpretes son un buen termómetro para detectar esos nuevos rostros que parecen despuntar. Un ejemplo claro se encuentra en la categoría de Mejor Actriz, donde destaca la actriz Bárbara Lennie, doblemente nominada por Magical Girl y por El Niño como actriz de reparto-, y clara favorita para llevarse a casa el Goya a la mejor intérprete femenina por su interpretación en la inclasificable película de Vermut.

De cerca le sigue la actriz Macarena Gómez, conocida fundamentalmente por su vis cómica en la televisiva La que se avecina, pero que ha dado el do de pecho con su dramático papel en Musarañas. Las nominaciones se cierran con la ya veterana Elena Anaya y María León. La hermana del cineasta Paco León ya se llevó el Goya como actriz revelación en 2011 por La voz dormida, repitió nominación con Carmina y revienta y opta de nuevo al galardón por su último trabajo, Marsella.

En la categoría de actriz revelación destaca la compostelana Nerea Barros, nominada por La isla mínima, que luchará a brazo partido junto a Ingrid García-Johnson, por Hermosa juventud, Natalia Tena, por 10.000 kilómetros y televisiva Yolanda Ramos, por Carmina y amén.

En la parte masculina, sin embargo hay que recurrir a la categoría de actor revelación para descubrir rostros nuevos como el ya ídolo de adolescentes Jesús Castro, El Niño, David Verdaguer, por 10.000 kilómetros, Israel Elejalde, por Magical Girl o Dani Rovira, cuyo papel en Ocho apellidos vascos ha llevado al monologuista a convertirse en el personaje cinematográfico del año. Con papel como conductor de la gala de los Goya incluido.