Arteaga, en las instalaciones del Círculo Logroñés tras la entrevista concedida a Diario LA RIOJA. Justo Rodríguez

«Hay que posicionar el español como la lengua de prestigio y jerarquía que es»

Rosalía Arteaga | Expresidenta de Ecuador y candidata a la SEGIB ·

Arteaga reivindica el protagonismo de la educación como palanca de desarrollo y apuesta por amplificar el eco de las publicaciones de cariz científico en español

Teri Sáenz

Logroño

Jueves, 28 de octubre 2021, 20:19

Futuro en Español analizó este jueves en Logroño los desafíos a los que se enfrenta la universidad en el siglo XXI. Entre las voces de esa reflexión compartida, una tan contrastada como la de Rosalía Arteaga, que además de expresidenta de su país y candidata a la Secretaría General Iberomericana (SEGIB) ostenta el cargo de presidenta del Consejo Asesor de UNIR en Ecuador.

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– ¿Cuál es el rol del español en la arquitectura del sistema educativo en general y de la universidad en particular?

– Su papel es fundamental. No solo porque el español es nuestra lengua en Iberoamérica y la de insignes autores de impacto mundial a lo largo de la historia, sino por el enorme volumen de personas que lo hablan a uno y otro lado del Atlántico, incluido Estados Unidos. Se trata de un instrumento enorme para el conocimiento que hay que explotar y para lo cual aún queda mucho por hacer, también en el ámbito universitario.

– ¿En qué sentido?

– Por ejemplo, hace falta que haya muchas más publicaciones científicas en español. Superar ese cliché por el cual parece que tiene más prestigio publicar en una revista norteamericana o en inglés, en general, que hacerlo en nuestro idioma. Frente a ello se requiere posicionar mejor las publicaciones científicas en español, con un esfuerzo tanto de los gobiernos como del mundo académico. ¿Cómo? Desde los gestores públicos, redoblando la inversión en relación al idioma;por parte de las universidades, situando al alza sus publicaciones, indexándolas, volviéndolas puntos de referencia. Haciendo que los investigadores en español se citen unos a otros para ganar así peso en un entramado competitivo y determinante.

– ¿De forma individualizada o articulando una estrategia colaborativa?

– Las dos vías son necesarias y a la vez complementarias. Cada país, cada universidad, tiene su propio campo de acción, pero al mismo tiempo es necesario tejer una malla de sinergias, saber coordinarse. En ese sentido son fundamentales eventos como Futuro en Español, que ejerce como punto de encuentro y en el que participan rectores y responsables de universidades punteras. Y también instancias como la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), de la que soy candidata, que son un puente y punto de encuentro extraordinario para que buena parte de las aspiraciones de los países integrantes se realicen en conjunto. Y entre ellas, algo tan trascendental como es posicionar el español como la lengua de prestigio y jerarquía que es.

– Incide en el camino que aún debe recorrer el idioma en el campo científico. ¿No ocurre lo mismo en la esfera de cultural?

– El español se ha ganado un espacio enorme en el ámbito del arte o la literatura, pero no así en el de la ciencia, donde la jerarquía de nuestro idioma es menor, comparativamente. Como digo, superar esa coyuntura requiere que las revistas especializadas de universidades o institutos tecnológicos lleguen a las más altas instancias y se repliquen las referencias. Pero también se hace imprescindible otras cuestión:lograr que se produzca ciencia en nuestros países, lo cual solo es posible con la concatenación de escuela, colegio y universidades. No son estadios separados. Si usted quiere tener un buen científico en el futuro debe empezar a gestarlo en la escuela, haciendo que al niño o la niña le gusten las matemáticas y la física y desemboque así como algo natural hacia el mundo universitario y la investigación. De otra manera, difícilmente proliferarán las vocaciones por la ciencia que se precisan. En resumen, hay que avanzar por ambas vías: generando ciencia y, a la vez, hablando de ciencia, escribiendo sobre ella, citando científicos que se manejan en español.

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Apuesta por lo 'glocal'

«El español es parte clave de nuestra identidad, porque estar inmerso en una lengua es estarlo en un mundo diverso»

– ¿Es posible ese despliegue al margen de las nuevas tecnologías?

– El COVID-19 puso de relieve que hay que fortalecer la educación y la salud públicas. Y en ese marco, la importancia de que los estados velen por un correcto despliegue de las TIC. En mi país, Ecuador, se habla de que más de 200.000 niños se quedaron fuera de las escuelas durante la pandemia porque no tenían acceso a internet o carecían de una computadora adecuada, haciendo ahora muy complejo el retorno de esos jóvenes a las aulas. Una circunstancia que se une a la importancia de los lenguajes digitales como motor de difusión del conocimiento. Precisamente UNIR, la universidad que nació 'on line', se adelantó en este sentido a los tiempos y está siendo espejo para muchos centros clásicos sobre cómo articular un modelo de educación a distancia.

– ¿Es el inglés el enemigo del español en esa pugna por la difusión de datos y conocimientos a escala mundial?

– Es obvio que estamos inmersos en un mundo global, pero a mí me gusta más hablar del término 'glocal'. El concepto sintetiza la idea de utilizar herramientas de la globalización como son la ciencia y la tecnología, pero preservando lo local que es nuestra propia identidad, dentro de la cual juega un papel fundamental el idioma que hablamos. Es una parte riquísima de nuestra identidad porque estar inmerso en una lengua es a la vez estar inmerso en un mundo diverso. Si hablamos de un mundo 'glocal', estamos por lo tanto apostando por resguardar nuestra identidad. El inglés es un idioma diría práctico, más sencillo, pero a la vez el español sigue creciendo de forma importante incluso dentro de las comunidades angloparlantes porque está en el ADN de muchas personas instaladas allí. Es un activo que debe explotarse y luchar para que eleve su presencia a lo público.

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Extensión

«Hay que generar ciencia y, a la vez, hablar y escribir de ciencia en español»

– ¿Como también hay que explotar la vertiente económica que se deriva del idioma y que es otro de los vectores sobre los que incide Futuro en Español?

– Sin duda. El potencial económico del español es inmenso a nivel mundial y está cada vez mejor cuantificado. Pero es que esa potencialidad se produce asimismo a nivel más local, a través de cursos en español, seminarios, conferencias y un turismo académico que deja en cada país, en cada región, mucho conocimiento pero también una importante cantidad de ingresos por el movimiento de personas y recursos

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