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«Hay que ponerle vaqueros a la música»

«Hay que ponerle vaqueros a la música»

Pablo Sáinz Villegas | Músico ·

El guitarrista apuesta por popularizar la música clásica en La Rioja Festival y promocionarla como atractivo turístico

J. Sainz

Logroño

Viernes, 13 de mayo 2022, 08:00

El guitarrista Pablo Sáinz-Villegas (Logroño, 1977) abre mañana La Rioja Festival, el ciclo de música clásica que él mismo promueve y dirige y que en nueve días de conciertos y actividades paralelas aspira a convertirse en «el gran evento de la música clásica» en la región. Es también una apuesta por el turismo cultural que cuenta con el apoyo del Gobierno de La Rioja, ayuntamientos y patrocinadores privados. Y es, sobre todo, un nuevo paso de este artista por popularizar la música y quitarle etiqueta. Como él siempre dice: «La música es de la gente».

– ¿Cómo surgió La Rioja Festival?

– Es una idea que nació hace un año del cariño y la pasión que siento por mi tierra. Venía dándole vueltas al valor y al potencial de La Rioja, no solo por vino y gastronomía, sino por naturaleza, Camino de Santiago, Patrimonio de la Humanidad... Y pensé en la música como elemento armonizador y excusa para que la gente nos visite y descubra todo ese valor.

– ¿Se inspiró en iniciativas similares de otros lugares?

– Sí, muchas regiones vinícolas tienen algún tipo de evento cultural asociado: Napa Valley, en California; Mendoza, en Argentina; Tsinandali, en Georgia... Son festivales que certifican ese maridaje natural entre vino y música.

– Pero este tiene sello personal.

– Todos los proyectos que desarrollo lo tienen y son una extensión de mis valores y de mi visión. La Rioja Festival es un nuevo paradigma de festival por varios motivos. Uno de ellos, y bastante novedoso, es que los beneficios por la venta de entradas van a ir destinados a sufragar una serie de actividades socioeducativas musicales que darán continuidad y más repercusión en La Rioja al Legado de la Música sin Fronteras.

«Los beneficios del festival irán a actividades socioeducativas»E

RETORNO

– Hay un objetivo socioeducativo y también divulgativo.

– Es muy importante en este festival su labor socioeducativa y divulgativa con master-class, charlas y conferencias, conciertos en cinco colegios y participación de programadores de festivales internacionales (de Verbier, Raimat y Napa Valley).

– También incluye en su programa 'experiencias'. ¿Qué son?

– Es otra de las señas de identidad del festival. No queremos ser un festival al uso, con conciertos y nada más, sino un proyecto destinado a crear experiencias alrededor de la música. Experiencias que nos lleven a descubrir o redescubrir La Rioja y que posicionen La Rioja como un destino de turismo cultural.

«Queremos posicionar La Rioja como un destino de turismo cultural»

EXPERIENCIAS

– ¿Utilizar la música como excusa para el turismo no desvirtúa el hecho artístico?

– Yo no lo creo. Los tiempos han cambiado y la gente busca otras cosas que el típico evento de toda la vida. Lo que pretendo es que pueda haber una experiencia antes, durante y después de los conciertos y que la música se convierta en la banda sonora de esa jornada sin limitarse a los sesenta o noventa minutos de la actuación.

– Visto así, también puede ser una forma de quitar la etiqueta elitista que todavía conserva la clásica.

– Exactamente. Se trata de acercar la música a la gente. Siempre he dicho que la música pertenece a la gente. Hay que ponerle pantalones vaqueros a la música y que la gente se sienta cómoda con ella. Así es como la música puede hacer su labor. El reto ya no es la música en sí misma ni su razón de ser, sino el cómo: cómo accedemos a la personas para que disfruten del hecho mágico de la música. Mucha gente e instituciones están viendo que el viejo paradigma de mero concierto en el que el artista sale al escenario, toca casi sin mirar al público y se va está cada vez más obsoleto. Mi propósito como músico es encontrar vías de comunicación con la gente.

«Es muy importante llevar la música a las cabeceras de comarca»

DESCENTRALIZACIÓN

– Otra característica del festival es que descentraliza su oferta y llega a diez localidades riojanas además de Logroño.

– Hemos creído muy importante crear una red con la que llevar la música a casi todas las cabeceras de comarca: Calahorra, Arnedo, Alfaro, Santo Domingo de la Calzada, Haro y Nájera, además de Casalarreina y San Millán de la Cogolla, y Briones y Agoncillo con los museos Vivanco y Würth.

– Un evento así necesita financiación público-privada. ¿Considera que ha tenido apoyo suficiente para sacar adelante el programa deseado?

– Ha costado, pero como cuesta poner en marcha todas las primeras ediciones de cualquier evento. La financiación ha sido en su mayoría del Gobierno de La Rioja y también hemos involucrado a ayuntamientos y financiación privada. Entre todos hemos conseguido presupuesto para poder hacer la esencia del festival y del concepto que tenía en mente; si no con la ambición con la que lo presenté en un principio, sí al menos con todos los elementos que yo visualizaba para este festival.

«Lo que necesitamos para que el festival sea un éxito es a la gente, que lo sienta suyo y que venga»

PÚBLICO

– ¿Qué necesita La Rioja Festival en esta primera edición para no ser flor de un día y garantizar su continuidad?

– Ya es todo un éxito haber echado a andar en tres meses; es algo inaudito. Normalmente un evento de esta envergadura requiere un año y un equipo profesional mayor. En nuestro caso la involucración ha sido total. Ahora lo que necesitamos para que La Rioja Festival sea un éxito es a la gente, que la gente lo sienta suyo, que venga a los conciertos y actividades. Los precios son muy populares e incluso hay conciertos gratuitos con la idea de atraer a las familias.

– ¿Espera más público local que visitantes en esta edición?

– Invitamos a todo el mundo, pero entendemos que en esta primera edición el público será mayoritariamente de aquí porque no nos ha sido posible elaborar una campaña promocional potente a nivel nacional. La idea es hacerlo el próximo año y buscar el turismo nacional e internacional.

– Además de ese llamamiento al público en general, ¿entiende que el programa pueda atraer menos a los grandes melómanos que quizás esperaban un cartel más potente desde que supieron que Pablo Sáinz-Villegas preparaba un festival de música clásica en La Rioja?

– Bueno, yo estoy muy orgulloso con todos los participantes. Todos ellos son artistas muy respetados y consagrados, con calidad extraordinaria. Aunque igual no tengan gran fama internacional, yo creo que hemos alcanzado un nivel de calidad de músico profesional. Y esperemos que en próximas ediciones podamos contar con artistas de mayor caché.

– Por eso mismo estaría bien que esos melómanos a los que me refiero apoyen el festival desde su inicio para que pueda llegar a consolidarse como el gran evento de la música clásica de La Rioja que aspira a ser.

– Exactamente, seguro que sí. Precisamente lo que queremos hacer es que haya muchos más amantes de la música clásica también en La Rioja. Nosotros estamos poniendo toda la ilusión y todo el esfuerzo, empezando por el mío propio, toda mi pasión y todo mi tiempo, para que sea un éxito total.

La apuesta personal de Sáinz-Villegas por un ciclo con 'raíces'

La Rioja Festival es la apuesta personal de Pablo Sáinz-Villegas por dotar a su tierra de un evento anual de música clásica desde un enfoque popular y con vocación de servir a la comunidad como reclamo de turismo cultural. Del 14 al 22 de mayo, esta primera edición llamada 'Raíces' programa conciertos en Logroño, Calahorra, Alfaro, Arnedo, Haro, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, San Millán de la Cogolla, Casalarreina y los museos Vivanco, en Briones, y Würth, en Agoncillo. El propio guitarrista inaugura el ciclo mañana en Riojafórum junto la orquesta de plectro najerina La Orden de la Terraza. La clausura será con la soprano tolosarra Ainhoa Arteta junto a la Orquesta Sinfónica de Navarra también en Riojafórum. Entre ambas citas, conciertos de diversos artistas y formaciones (Daniel Oyarzábal, Daniel Mozas, Judith Jáuregui y los cuartetos Seikilos y Cantoría, entre otros), además de clases y conferencias, visitas a colegios y experiencias de ocio con la música como reclamo (lariojafestival.es).

– Para su concierto inaugural, mañana en Riojafórum, ha escogido tocar con La Orden de la Terraza. ¿Tiene eso que ver con volver a las 'raíces', que es como se renombra el festival?

– Lo pensé como declaración artística de La Rioja Festival: las raíces, La Rioja, sus gentes, todos esos valores arraigados a su historia que se expresan a través de una voz... Por eso pensé en dar cabida a agrupaciones locales. Yo empecé tocando en el Grupo Mozart, un grupo de plectro, y pensé que sería bonito poner en valor la tradición de este tipo de formaciones y de instrumentos (bandurria, laúdes y guitarra), muy característica de esta zona. Fue una apuesta personal porque son instrumentos que rara vez entran en las programaciones profesionales. Para mí, esto es lo que somos y estoy muy orgulloso de ello.

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