El poeta que no quiso aceptar su destino

Décadas después se trasladaron a Munilla. «Buscábamos nuevas inspiraciones. Antonio tenía vinculación con la naturaleza y a mí me gustaba porque es una zona despoblada, con apenas 40 habitantes habituales, aunque en vacaciones como Semana Santa se desmadra», expone Marion.

Allí, en Munilla, Antonio Santamaría escribió 'Ser árbol' (2016). En su obra es importante el lenguaje «como generador de la existencia», aunque 'Para seguir viaje' hace referencia a una estancia literaria en Argelia durante 1990. «El viaje como condición de la vida es recurrente», señala Marion, aunque si hay un motivo vertebrador en la obra de Antonio Santamaría quizá sea la infancia, una niñez marcada por la discapacidad. «La infancia le marcó mucho porque nació con una malformación en los pies y siempre tuvo ese lastre que le excluyó de poder jugar al fútbol, correr... lo que hacen los niños. Y creo que eso fomentó la introspección hacia su propio cuerpo. Eso y la madre», advierte Marion.

En su poesía hay una amargura de perdedor aceptada pero ante la que se resiste, inconformista. «No quiere aceptar el destino que se te echa encima porque es un rebelde. Siempre buscó una autonomía», afirma Marion. 'Para seguir viaje' es el primero de una serie de libros póstumos que pretenden rescatar y dar a conocer su obra, luchando contracorriente, ganando batallas después de muerto, como el Cid. «Hay más material y estoy en contacto con varias editoriales. Al menos hay dos poemarios más inéditos, uno de ellos sobrecogedor, en el que aborda su enfermedad hasta su muerte, pero aún es prematuro hablar de publicar», advierte Marion.

Este primer volumen ha salido a la luz gracias a una editorial que, aunque dedicada a la Filosofía, ya publicó uno de los primeros libros de poesía de Santamaría, 'Tracto' (2012). 'Para seguir viaje', que iba a ser una antología pero que, por justicia literaria, se decidió que fuera la primera parte de los volúmenes de su obra completa, recoge sus primeros poemas, en los que los editores afirman hallar «el testimonio de una suerte de reclamación radical a la existencia».

Esos editores son, además de la propia Marion Thieme, el hermano de Antonio, Juan Carlos Santamaría, así como Paco Carreño y Terry Berne.

En su poema 'Nada sobe consignas' que abre su libro 'Conversar' y también 'Para seguir viaje' encontramos casi la poética de Antonio Santamaría, mostrándonos el fatalismo, la ironía, el desengaño, los ajustes de cuentas: «No fui escritor./Me lo dijo un día el maestro:/tú no serás nada./Y entonces tampoco escritor, ni guarda-agujas/ni nada./Debo ser el único que no es nada,/el único que no ha viajado».