Poderío con mucho limón

Como ellas mismas explican, sus influencias musicales viajan entre los ritmos latinos, la música mediterránea y el pop, todas ellas con el flamenco como unión sólida que les permite, además, derrochar arte y espectáculo sobre el escenario. Lo que hacen estas mujeres no es solo música, es un derroche de poderío, buen rollo y energía que llena incluso el vacío que nos dejan estos tiempos, en los que en un concierto el público se tiene que conformar con mover las caderas en su asiento. Alguno hasta daba saltos. Ya lo ha dicho una de las dos voces del grupo, Sheila Quero: «Qué ganas de que llegue el día en el que la gente esté de pie».

Aunque con una línea común, cada componente de Maruja Limón tiene un pasado, una formación y unas preferencias: varias de ellas estudiaron en escuelas de flamenco, hay quien tiene el grado superior de clásica, mientras que otras vienen de la Escuela de Música de Moderna. Y todas ellas son protagonistas en el concierto: bailan coreografías, taconean, se echan piropos, cambian de sitio, se miran y muestran sin tapujos que su música nace también de su complicidad.

Su último trabajo, 'Ante mi' es una original mezcla de música con vida que combina rumba, flamenco, pop y ritmos latinos y que derrocha calidad y energía. Las alegrías y las penas de Maruja Limón van pasando por este disco que habla de amor, desamor, soledad y mujeres fuertes que trabajan por la mañana y bailan por la noche.

Su debut, 'Más de ti', protagonizó las listas de los mejores discos del año en revistas como Mondo Sonoro y Muzikalia, entre otras publicaciones especializadas. Además, les ha valido el galardón de «Artista Revelación» en los Premis ARC 2018; un Premio Lauspor su videoclip «Aprender»; y las llevó a prestigiosos festivales de Europa, como Sziget Festival (Hungría), Maré de Agosto (Portugal), Pirineos Sur (Huesca), Festival Crüilla (Barcelona), entre otros.

Lo que dan sobre el escenario se puede definir como un viaje por la vida de cada una de ellas, con tristezasm alegrías, anécdotas, seguridad y dudas que a modo musical explican el viaje del grupo en estos últimos años. Sus canciones compuestas por ellas, dan voz a las historias más cotidianas, situaciones diarias que muestran un enfoque fresco y sencillo.

Sobre el escenario, dos magníficas voces, una guitarra, una batería, un bajo y una trompeta guían al público por un viaje cargado de vitalismo y que supo a poco al público de Actual. El bis llegó con prisas, pero llegó.