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Un único decorado, una destartalada oficina funcionarial –que también es bar, consultorio médico y una vivienda–, reúne a los cinco personajes de 'Tercer cuerpo', obra que Claudio Tolcachir estrenó hace 14 años en su Argentina natal. Son cinco hombres y mujeres aferrados a sus rutinas, ... presas fáciles de una batalla imposible con lo cotidiano. En este nuevo montaje les dan vida Natalia Verbeke, Carmen Ruiz y Carlos Blanco (en la piel de tres funcionarios prescindibles), y Nuria Herrero y Gerardo Otero (una pareja en crisis).
Recuperar 'Tercer cuerpo' y el talento de Tolcachir es un oportunidad que este sábado brinda el Teatro Bretón (19.30 horas), y sobre la que nos habla Natalia Verbeke.
– ¿Podría definirse 'Tercer Cuerpo' como la historia de la torpeza o incapacidad de sus protagonistas para vivir y amar, a pesar del enorme deseo de hacerlo?
– Buen resumen. Es una obra en la que la gente se va a reír muchísimo porque hay mucho humor negro, pero realmente todo lo que les pasa a estos personajes es terrible y cruel. Hay un paréntesis en el título de la obra –(la historia de un intento absurdo)– que habla del intento de todos ellos de superar sus miedos, torpezas, todo lo que les incapacita, pero lo hacen de la manera más absurda y al final terminan enredando todo muchísimo más.
– 'Tercer cuerpo' es una acepción argentina que solo se entiende en aquel país.
– Efectivamente, pero Tolcachir decidió dejarlo porque realmente no tenía traducción. En Argentina la administración funcionarial se divide en bloques o cuerpos (de contabilidad, correos,...) y los personajes de esta obra trabajan en el 'tercer cuerpo', donde no saben ni lo que hacen.
– Interpreta a Sandra Márquez, una mujer muy reservada, solitaria, a veces caótica, impuntual... ¿Algo que ver con Natalia Verbeke?
– Nada, yo soy terriblemente británica para la hora y me abro a la gente. Podría ser caótica, porque ambas tenemos mucho caos exterior pero por dentro sé dónde está todo. Lo que le pasa a Sandra es que ha tenido un desengaño tan grande en su vida que ha puesto un muro altísimo en el que ni ella puede asomarse. Tiene un gran deseo de ser madre y lo intentará de muchas maneras, pero son maneras muy absurdas y que solo van en su contra.
la obra
– Los personajes de esta obra se enfrentan a desafíos simples de la vida pero les resultan difíciles de afrontar. ¿En su caso, qué desafíos cotidianos se le antojan más complicados?
– Muchos, a veces me pregunto por qué los demás saben hacer esto y yo no. Yo soy una mujer organizada y cuando algo se tuerce me trastoca absolutamente todo y soy incapaz de tomármelo de manera relajada y disfrutar del momento; obviamente improviso sobre la marcha, pero ya con muy mala leche. Ese tipo de cosas, que son realmente absurdas, ocurren. Con la maternidad pasa mucho, que en otros ves fácil lo que para ti es complicadísimo, como manejar un carrito de bebé.
– 'Tercer cuerpo' es puro teatro: con un único escenario, sin luz, música ni apenas atrezzo. ¿No poder apoyarse más que en uno mismo y en el texto resulta más complicado?
– Resulta muy complicado y en esta función, aunque todo parezca en algún momento improvisado, está milimétricamente medido. Exige una concentración absoluta porque hablamos muy rápido e incluso nos pisamos las frases, aunque es verdad que tienes a los compañeros ahí para apoyarte. En mi caso tengo tres monólogos y ahí no tengo ese apoyo.
la compañía
– En otros momentos le da la réplica Carmen Ruiz, un lujo de compañera...
– ... de compañera y de persona, aunque la verdad es que todos nos apoyamos muchísimo. Hay mucho compañerismo dentro de la compañía y, sobre todo, no hay egos, algo que para mí es muy importante a la hora de trabajar.
– Si 'La omisión de la familia Coleman' (una de las primeras obras de Tolcachir) fue una revelación para usted, interpretar 'Tercer cuerpo' ¿qué está siendo?
– Para mí hay un antes y un después en mi carrera teatral tras interpretar 'Tercer cuerpo'. Cuando vi 'La omisión...' soñé con trabajar con Claudio; era el tipo de teatro que soñaba hacer algún día y hoy tengo la fortuna de ser uno de los personajes ideados por esa cabeza absolutamente genial. Estoy trabajando con uno de los talentos del teatro más importante a nivel mundial. Los ensayos han sido de otro mundo porque Claudio saca de ti lo mejor. El de Sandra posiblemente sea el personaje más complicado que he hecho en teatro y lo estoy disfrutando más que ninguno.
– ¿Y entre argentinos, además de la misma edad, las cosas fluyen mejor?
– Con Claudio fluye cualquiera bien, el lugar de nacimiento no tiene tanto que ver; es una persona tan maravillosa... Para mí un genio, pero tiene una humildad y una cercanía increíbles. Creo que a Claudio es inevitable amarlo seas de donde seas, y aquí hay un gallego, una madrileña, una valenciana y otro argentino.
el autor y el director
– Hace 14 años que Claudio estrenó 'Tercer cuerpo' en Argentina. ¿Qué ha modificado o aportado a este nuevo montaje, además del reparto español?
– Cada montaje que Claudio hace de sus obras es completamente nuevo. Le encanta que el actor proponga y él coge lo mejor que le das, por tanto cada función es distinta en cada país que se hace. Además, siempre que elige un reparto procura que sea completamente distinto al anterior.
– Aquella primera versión coincidió y tenía su sentido en la época del corralito en Argentina. ¿Qué lectura actual tiene hoy en España?
– No tiene una lectura económica sino de la incapacidad de afrontar los problemas o emociones de cada individuo, y eso es algo eterno. Es verdad que en esta función no existen los teléfonos móviles y empieza a aparecer Internet, pero la temática es completamente actual.
– Usted se prodiga más en el cine y televisión que en el teatro. ¿Es casualidad?
– No sé si es tanto casualidad como las elecciones que tomo, que tienen que ver con lo que me enamore de los proyectos.
– Pues mira que hay proyectos enamorables en el teatro...
– Sí, pero también depende muchos del tiempo que me lleven, si me coinciden con otros trabajos, quién dirige... Es un poco todo.
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