Estamos encantados de mostraros el que posiblemente sea el único documento del siglo X del Monasterio de San Martín de Albelda en tierras riojanas». Así presenta el Instituto de Estudios Riojanos (IER) en su Facebook el redescubrimiento del fragmento de una biblia albeldense, hallada en ... su día por el sacerdote y antropólogo Pedro González y González (Autol, 1877-Logroño, 1949) cuando servía de forro a la 'Ejecutoria de un pleito litigado por los cabildos unidos de las colegiatas de Logroño y Albelda contra el Ayuntamiento de Logroño en 1571'. Tras una cuidadosa restauración que llevó a su aplanado y encapsulamiento, esta hoja manuscrita fue cedida para la exposición 'Sancho III el Mayor y sus herederos', organizada en 2006 en Pamplona. A su regreso al IER se le buscó un nuevo emplazamiento para su mejor conservación pero no se dejó constancia de la nueva ubicación, de modo que permaneció extraviada durante 16 años. Su reciente localización permitirá al público disfrutar de este valioso manuscrito, el documento 'M-263'.
Publicidad
Se trata de un folio (de 490 x 315 mm) que contiene parte de la Epístola 2ª de San Pablo a Timoteo, y casi completa la Epístola a Tito. Escrito por ambas caras, el texto se estructura en dos columnas, de 51 líneas cada una. Es uno de los 500 folios que probablemente tenía esta biblia.
Lo más llamativo del manuscrito es el retrato de San Pablo al comienzo de su Epístola a Tito, en una postura que se adapta a la letra capitular 'P'. Aunque de pie y estático, el santo transmite cierta cercanía gracias a su actitud serena y los gestos de las manos, desproporcionadas y sosteniendo un bastón (la derecha) y en actitud de bendecir (la izquierda).
El ovalado rostro de San Pablo se representa de perfil, con ojos expresivos y enmarcado por un llamativo pelo ondulado. La imagen aparece pintada con colores intensos, planos, de textura espesa y sin marco ni fondo sino directamente sobre el pergamino, en el hueco disponible.
En cuanto a la indumentaria de San Pablo, destacan los pliegues en forma de canutillo de su túnica, que proporcionan cierta sensación de relieve. Las cenefas que adornan túnica y manto, los círculos o formas en diferentes ángulos de los ropajes y el modo de concebir esa indumentaria (túnica, tunicela, sobrevesta, borceguíes) revela características típicas del siglo X.
Publicidad
La mayoría de expertos coinciden en que el 'M-263' es un fragmento perteneciente al Monasterio de San Martín de Albelda. Así lo avalan características comunes a la tradición de ese scriptorium (el colorido, los rostros y los detalles del vestuario), pero también hay rasgos particulares en el modo de tratar tanto el rostro como la indumentaria que lo ponen en relación con el miniaturista del Beato de El Escorial (manuscrito atribuido en origen al scriptorium de San Millán de la Cogolla, escrito entre el 950 y el 955). Así lo apuntaba ya en 1984 la doctora en Historia del Arte Soledad de Silva y Verástegui, quien también relaciona esta miniatura con la Biblia castellana de Florencio y Sancho (960).
La composición figurativa es, por tanto, muy próxima a la iconografía de la zona riojana y burgalesa. Es posible que muchos de los artistas miniaturistas emigraran por el peligro que suponían las constantes incursiones de Almanzor en la zona. Y este desplazamiento forzado bien pudo llevar a que los copistas e ilustradores fueran acogidos en San Millán o en San Martín de Albelda.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.