Pastoreando con lobos

Tomás Latasa defendió la necesidad de hacer compatible la presencia del lobo y la ganadería. Precisamente, la novedad del documental es que pretende crear puentes entre dos posiciones habitualmente irreconciliables, dando voz a los ganaderos tanto de La Rioja como de las Merindades de Burgos, abordando la cuestión más allá de la polémica y tratando de sentar las bases para el diálogo entre posturas, a priori, contrapuestas.

'El lobo en la frontera' no disimula su intención -acabar con las batidas e incluirlo en el catálogo de especies en peligro de extinción-, pero al mismo tiempo quiere dar voz a la parte más afectada por su presencia en nuestros montes: los pastores.

El documental, partiendo de la inevitable presencia del lobo, pretende buscar soluciones que satisfagan también a los hombres y mujeres de la sierra que ven cómo sus ovejas mueren entre sus fauces, pero lejos de encontrar puntos en común provocó un hondo debate sobre la forma de cuidar las explotaciones ganaderas. A un lado, Leandro Valle, pastor de Merindad de Valdivielso (Burgos) y, al otro, Pedro Medel, representante de los ganaderos de las 7 Villas.

Mientras aquél defendía otra forma de gestionar un rebaño para minimizar los ataques del lobo -mayor presencia del pastor, recuperación de mastines, utilización de rediles, mayor organización y asociacionismo-, Medel ponía ejemplos de cómo estas medidas no han surtido efecto en el Alto Najerilla, con una ganadería más extensiva, y donde según sus datos murieron 600 ovejas a manos del lobo en 2019 en una cabaña de 8.000 cabezas. Este pastor de Mansilla sí reconoció, no obstante, un cambio de actitud en su gremio con respecto a los últimos años: «Tiene que haber lobos pero también serranos. Hay que buscar un equilibrio».