Secciones
Servicios
Destacamos
Hace 2.500 años por el lecho y la casa de Timandra pasaron las mentes más brillantes y poderosas de Atenas. De belleza legendaria, esta cortesana yació con Alcibíades y filosofó con Sócrates y Eurípides. «No era una prostituta, tal y como hoy entendemos este ... término», dice Theodor Kallifatides, el escritor sueco de origen griego, nacido hace 84 años en Molaoi, en el Peloponeso, y que ha recreado la vida de esta hetaira altamente considerada en 'Timandra' (Galaxia Gutenberg).
«Desde el alba de los tiempos hubo mujeres y hombres que hicieron con su cuerpo lo que quisieron. A ellas se las llamaba servidoras de Afrodita, pero no coinciden con lo que sería una prostituta. Timandra, sería una suerte de 'geisha' que elige con quien comparte su cuerpo», explica Kallifatides.
«Era muy respetada, como Aspasia. Estuvo en el centro de la vida ateniense y tenía una lúcida relación con el poder», dice de un personaje que vivió el fragor de la guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta, y que pasó a la historia por ser, como señalan las fuentes históricas, «el éter espléndido que convivió con el héroe Alcibíades, cubrió su cadáver con su vestido y recogió sus cenizas».
Dos milenios y medio después cree Kallifatides que «la prostitución es horrible». «La palabra en sí encierra un concepto de abuso que justifica algo que sabes que está mal, pero que capacita a algunas personas para hacer con una mujer, o con un hombre, lo que ellos no quieren que hagas», dice el escritor. «La prostitución es, en esencia, un abuso de los débiles, y a lo largo de la historia el poder ha utilizado a su antojo a los más débiles, que siempre sufren», agrega.
Asegura Kallifatides que ha sido «todo un reto escribir como una mujer». «Sobre todo cuando hablaba de sus pechos y sus sensaciones», explica risueño el narrador, que se metió en la piel del personaje «para desentrañar su vida, su deseo y la ausencia de él». Para él Timandra «es el paradigma del sueño de la libertad, de cómo alcanzar la verdad más íntima, que no es otra cosa que ser quién eres». «Inteligente, activa, interesada en la filosofía y en la política, Timandra es hoy un modelo para un ciudadano exigente», asegura.
Escribir sobre un personaje tan rico fue liberador. «Con Timandra descubrí mi género y descargué todo el machismo que los hombres llevamos en la mochila», confiesa.
En apenas cinco años Theodor Kallifatides se ha convertido en un fenómeno literario, y no sólo en España. Autor de más de cuarenta libros de ficción, ensayo y poesía, emigró a Suecia cuando tenía 26 años y adoptó la lengua escandinava como idioma literario. Escribió durante cincuenta años en sueco y, ya septuagenario, retornó al griego y comenzó a escribir sus libros, muchos autobiográficos, en su 'enterrada' lengua materna.
«Dejé mi país y abandoné mi idioma, una lengua en la que no confiaba, en la que democracia podía significar dictadura y la palabra justicia había perdido todo su sentido», explica Kallifatides sobre su migración lingüística. «Escribir en sueco me aproximó a mis ideas y sentimientos: fue toda una liberación», confiesa el narrador, que aprendió su idioma adoptivo «en la calle».
Desde ese insólito retorno, ha cosechado éxitos en todo el mundo con obras autobiográficas como 'Otra vida por vivir', 'Madres e hijos' o 'Lo pasado no es un sueño', o sus versiones de los mitos de la Grecia clásica, como 'El asedio de Troya'.
Él considera «cumplida» su carrera literaria, pero sus lectores españoles no dejan de crecer para satisfacción de sus editores, que rescatan su obra a un ritmo de dos títulos al año. «No puedo escribir más. Soy viejo y estoy cansado, aunque es posible que escriba algo de valor, ya que en los últimos años solo he escrito tuits, artículos y cuentos», dice de nuevo con ironía un prolífico autor que empezó publicado poemas en sueco «por accidente».
También traductor, Kallifatides ha vertido del sueco al griego a Ingmar Bergman y August Strindberg, y del griego al sueco a Giannis Ritsos o Mikis Theodorakis. Ganador del Premio Nacional griego de Literatura Testimonial por 'Lo pasado no es un sueño' y del Cálamo en España, por 'Otra vida por vivir', acaba de recibir el Gutun Zuria en Bilbao.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.