La palabra como espejo del hombre... y del Valle

No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que la palabra» (Juan Luis Vives). Precisamente las primeras palabras escritas en español fueron las que permitieron a los monasterios de San Millán de la Cogolla convertirse en Patrimonio de la Humanidad, tal día como hoy hace 25 años.

No serán muchas, pero sí afortunadísimas, las 300 personas que desde hoy y hasta próximo jueves participen en esta celebración, anticipo de lo que sonará en el Valle de la Lengua durante el año 2023. El evento de estos días es el preludio de Voces de la Lengua, un ambicioso proyecto (de 3 millones de euros) con el que el Gobierno de La Rioja pretende transformar todo el valle en un núcleo de creación y difusión cultural con actividad permanente alrededor del español.

La propuesta programada durante los próximos cinco días se antoja un viaje en el espacio (entre Yuso y Suso) y en el tiempo a través de las palabras; una experiencia poética, teatral y musical orquestada por Ignacio García, director del Festival de Teatro Clásico de Almagro durante los últimos cinco años.

Sin ruidos, sin rumores, sin aplausos. Solo la palabra y la música guían esta travesía por el román paladino y el español de Gonzalo de Berceo, Fray Luis de León, Cervantes, Tirso de Molina, Rosalía de Casto, Bécquer, María Zambrano, Borges, Machado, Almudena Grandes... Los últimos ecos de este viaje oral se escuchan en la cocina del primer convento fundado por Santa Teresa, el de San José (Ávila), escenario de la obra de Juan Mayorga 'La lengua en pedazos', con la que se cierra esta experiencia inmersiva de tres horas.

Una vivencia a la que nos anticipamos hace unos días en su ensayo general, compartido con un pequeño grupo de personas de la ONCE. Guiadas por Ignacio García y los actores protagonistas, conocieron previamente el escenario teatral, palparon el atrezzo y los ropajes de Santa Teresa y su inquisidor, se interesaron por su fisonomía y por los colores de sus vestimentas. A partir de ahí, arrancó la experiencia.

En el autobús que serpentea en dirección a Suso nos acompaña la voz (grabada) de la actriz mexicana Luisa Huertas recitando a Aurora Cano y María Zambrano; de regreso será José Sacristán quien evoque a los Quijotes de Borges, León Felipe y de Cervantes. Ya a las puertas del pequeño monasterio nos recibe la música –de Rita Barber (voz) y Sara Águeda (arpa y voz)– y un grupo de actores locales que, a modo de coro griego, recita e ilumina con lucernarias el acceso del visitante al templo. Allí aguardan el actor riojano Arturo Querejeta y la actriz mexicana Marina de Tavira para brindar un mano a mano dialéctico entre Gonzalo de Berceo y Sor Ana de la Trinidad, Rosalía de Castro y Bécquer, Almudena Grandes y Luis García Montero.

De regreso a Yuso, su enorme patio arropa la frágil figura y bellísima voz de Aminah interpretando 'Las tres morillas'. La visita continúa por el interior del monasterio, por la escalera real, la biblioteca, el claustro, las celdas de los monjes..., por donde los visitantes se dispersan en pequeños grupos para escuchar de labios de los actores a Lorca, Machado, Celaya, Santos Chocano o a Nicanor Parra.

Finalmente, y con un recogimiento casi monacal, el público enfila hacia el Salón de la Lengua, convertido estos días en cocina y refectorio del siglo XVI e iluminado únicamente con velas. Allí espera la actriz portuguesa Ana Cris metida en la piel de Santa Teresa mientras machaca nueces en el mortero. A su alrededor, largas mesas corridas invitan al visitante a la mesa y a formar parte de esa pequeña familia con la que se fundó la congregación de las Teresianas. Momentos después asoma el actor riojano Juanma Navas en el papel de inquisidor y arranca 'La lengua en pedazos' de Juan Mayorga, dramaturgo que ayer también compartió mesa y pan con la santa en el pase ofrecido a las autoridades.

Por mucho que la poesía y la prosa llenen estas tres horas de viaje por el Valle de la Lengua, la experiencia deja sin palabras.

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