Pablo Sáinz-Villegas emociona en Proyecto Hombre

Sáinz-Villegas, promotor del proyecto filantrópico 'El legado de la música sin fronteras', especialmente pensado para acercar la música a niños y jóvenes en riesgo de exclusión social en países como España o Estados Unidos, ha querido acercarse en este caso a personas que luchan contra distintas adicciones. En su visita ha estado acompañado por los responsables de Proyecto Hombre La Rioja, el presidente Fernando Beltrán y el director David García, quienes han agradecido su colaboración.

«Este es un centro de vida, de esperanza y de sentido de la vida – ha dicho García–. Hemos podido conocer al Pablo que todo el mundo conoce, que es ese músico maravilloso que entra en nuestro corazón mediante su música, pero también a esa persona increíble que ha trabajado mucho sobre sí mismo, que ha encontrado sentido a su vida y además es capaz de transmitir a los demás, en este caso a nuestros chicos y chicas, la importancia del esfuerzo, del trabajo y de tener un objetivo en la vida y de perseguirlo día a día».

Por su parte, Pablo ha agradecido la labor de la institución y ha comentado que para él «es un día de celebración de los valores de Proyecto Hombre, que son mis valores también como ser humano y como músico» y «un ejemplo para la sociedad riojana». «Los retos también forman parte del aprendizaje», es una de las frases que ha cruzado con el reducido pero emocionado auditorio que ha tenido en esta jornada.

Sáinz-Villegas también ha invitado a los miembros de Proyecto Hombre a los conciertos de La Rioja Festival, el ciclo de música clásica que él mismo promueve y que va a celebrarse del sábado 14 de mayo al domingo 22 en diversas localidades de la comunidad.

Lo de este miércoles ha sido algo más que un recital o una charla. Los movimientos más emotivos de 'El concierto de Aranjuez' y 'Recuerdos de la Alhambra' han sonado en el salón de la casa de esta comunidad e incluso han hecho brotar alguna lágrima. Pero lo más emocionante ha sido escuchar a los chicos y chicas que conviven ahí hablar abiertamente de sí mismos con palabras como «esperanza» o «libertad». Como lo ha expresado Jesús, uno de ellos: «La música sana».