«El número de hispanohablantes en el mundo no lo es todo, hay que tener otras miras»

–Toca hacer balance y concretar proyectos. ¿Qué asuntos ha abordado el patronato de la Fundación San Millán?

–Aparte de cuestiones internas y hacer balance de cuentas... el encuentro en mi caso ha servido para transmitir el interés del Instituto por impulsar la colaboración en asuntos de diplomacia cultural, porque con el español podemos servir de puente entre Europa y Latinoamérica, entre los valores que representan la tradición democrática europea y todo el continente latinoamericano. Pero, además, ambas instituciones hemos coincidido en la necesidad de hacer de nuestro idioma no solo un recuerdo histórico, sino una apuesta de futuro como lengua de ciencia y tecnología.

–Uno de los compromisos de la Fundación San Millán es la implantación del español en el mundo. ¿Un objetivo conseguido?

–El número de hablantes potenciales de español en la última década ha subido un 30%, contamos con 22 millones de alumnos y somos el segundo idioma con más hablantes nativos después del chino mandarín..., pero también hay que tomar conciencia de las debilidades. Me refiero a que no debemos sentirnos orgullosos solo por el número de hablantes, tenemos que tener otras miras.

–¿Se refiere a la necesidad de hacer del español un idioma de prestigio como ha defendido esta semana en la presentación del último informe del Instituto Cervantes?

–Sí, hay que darle prestigio. Cuando, como es previsible, el índice de natalidad baje entre los hispanos y, por tanto, haya menos nativos que hablen español, nos conviene tener una lengua que tenga mucho peso cultural, científico y tecnológico. Que el español no solo sea la lengua de Gonzalo de Berceo o Cervantes, sino también la lengua científica de Ramón y Cajal, por ejemplo. Y que sea una lengua implantada en las publicaciones tecnológicas, en las investigaciones científicas y que sea el canal de comunicación de todos los nuevos soportes tecnológicos del mundo.

– También se ha referido a una demanda creciente por el español por parte de China, Corea y también la India por sus intereses mercantiles en Latinoamérica. ¿España ha pasado a un segundo plano?

–Lo nuestro es el turismo idiomático, el número de turistas coreanos, chinos, japoneses... que llegan aquí. No hay mas que ponerse a la cola de un museo para ver que son muchos. Vienen por la historia de España y la cultura, pero que no se nos olvide que la fuerza del idioma es que formamos parte de una comunidad muy importante. España solo es el 8% de la comunidad hispana. Es importante defender una visión panhispánica. Nuestro país, por su situación, puede hacer de puente entre Europa y el mundo, entre Europa y Latinoamérica, somos parte de una comunidad muy fuerte.

–¿Cómo afecta el COVID en los proyectos de la Fundación San Millán?

–Las cuentas de la Fundación están saneadas y estudiadas al dedillo. Pero el Instituto Cervantes arrastra 25 millones de pérdidas por la suspensión de todas las actividades presenciales, ahora virtuales. Gracias a los remanentes vamos a poder seguir adelante.