Nicolás Ortigosa, protagonista en Madrid Gallery Weekend

Íntimamente relacionada con aquella serie está la que ahora presenta en la galería madrileña Moisés Pérez Albéniz (MPA), su escaparate durante la Apertura Madrid Gallery Weekend, el gran evento anual que inaugura la temporada expositiva de galerías en la capital de España, entre el 12 y 15 de septiembre.

Allí expone hasta noviembre Nicolás Ortigosa (Logroño, 1983) su serie 'Obras/Works 2019-2024', en el número 20 de la calle Doctor Fourquet, donde las pinturas negras del artista riojano vuelven a cubrir las paredes de la galería, en esta ocasión arrugadas, agrietadas, estriadas, resquebrajadas... Son lienzos con los que ha convivido en su taller a la espera de saber qué hacer con ellos, un esperar que el pintor incorpora a su proceso creativo de forma natural, al igual que los momentos de más quietud, de silencio o de bloqueo.

«Mientras desmontaba las telas del bastidor hubo algo con lo que conecté, me di cuenta de que encajaba perfectamente», nos explica sobre esos lienzos manipulados de spray negro, barniz e impresión digital, a través de cuyos pliegues y grietas asoma la luz de su trabajo.

Esta serie, como toda la obra que crea Ortigosa, «proviene del estar y del permanecer en el trabajo», apunta el autor. Y se explica: «No tengo un mandato total sobre mi obra sino que siempre dejo un espacio en el que también el propio trabajo puede expresarse. No hay nada fijo, todo fluye». Una realidad en la que insiste la especialista y crítica de arte Bea Espejo en el texto que introduce la exposición: «Para Nicolás Ortigosa las exposiciones no son una excusa ni una meta. No las premedita. Tampoco encierran una tesis ni una teoría concreta».

En 'Obras/Works 2019-2024' aprovecha material anterior, buen ejemplo –dice– «de que cualquier cosa que me rodea puede en un momento dado pasar a significar otra cosa. Yo establezco mucha relación con mi trabajo, con lo que me rodea, y esa inmersión dota al trabajo de una capacidad propia. Mi manera de estar también es escuchar lo que está ahí, y ese silencio del no hacer también es un posicionamiento de trabajo».