Nacido en Hervías, natural de Alesanco y bautizado en ambos

Zenón de Somodevilla y Bengoechea, primogénito de Francisco Somodevilla, un hidalgo de Alesanco, y de Francisca Bengoechea, vio la luz en Hervías porque en aquel momento desempeñaba su padre el puesto de notario apostólico en la citada localidad.

Pero como el estado de hidalguía iba indeleblemente unido a la naturaleza de una persona y era ese pueblo (Alesanco), y no otro (Hervías), el que transmitía a los hijos del hidalgo dicha prebenda, pretendió el padre colocar los cimientos jurídicos para que su primogénito pudiera, con esta argucia, heredar el estado de hidalguía.

«Esta es la razón de que posteriormente el marqués se declarara siempre natural de Alesanco, y que la partida de bautismo de este pueblo se considerara la oficial en los documentos públicos. Así, por ejemplo, en el proceso para ingresar en 1742 en la Orden de Calatrava, se le exigió dicha hidalguía», explica quien fuera cronista riojano Felipe Abad León.