La Filarmónica de Viena, bajo la batuta de Christian Thielemann. DIETER NAGL

Vals, polcas y Sissi para comenzar 2024

Christian Thielemann dirige por segunda vez el Concierto de Año Nuevo en Viena, que concluye con el maestro alemán dirigiendo al público en la 'Marcha Radetzky'

Lunes, 1 de enero 2024, 13:47

El año nuevo comienza dos veces. La primera vez, cuando la duodécima uva, gominola, gajos de mandarina o lo que uno coma con las campanadas termina de pasar por la garganta. El segundo momento es cuando, más allá de la una y media de la ... tarde, las primeras notas de la 'Marcha Radetzky' inunda la Sala Dorada del Musikverein vienés y la audiencia se prepara para acompañar con sus palmas una de las piezas musicales más conocidas del mundo. La mágica pieza de Johann Strauss volvió a cerrar el Concierto de Año Nuevo más famoso del mundo, como ocurre desde 1946, dirigido por segunda vez por un serio Christian Thielemann. Apenas sonrió hasta esas piezas que nunca aparecen en el programa.

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La cita en el Musikverein tenía este año muchas novedades. De las quince piezas previstas, nueve nunca se habían interpretado un 1 de enero. Era un programa un poco más alejado del tradicional toque festivo que gusta en la capital austriaca. El director de orquesta alemán, que ya dirigió a la Filarmónica de Viena de 2019 y se convirtió en el primer maestro de su país en hacerlo, comenzó el concierto con una marcha de Karl Komzák ('Archiduque Alberto'), a la que siguieron dos piezas de Johann Strauss (el vals 'Dulces vieneses' y la polca 'Fígaro'), para cerrar la primera parte con un vals de Joseph Hellmesberger ('Para todo el mundo'), exdirector de la filarmónica vienesa a principios del siglo XX, y una polca rápida de Eduard Strauss, 'Sin freno'. Desde luego, el inicio del concierto pasó en un suspiro.

Además de disfrutar de la música de la familia Strauss y del resto de los compositores en cada edición, y van ya 84, el Concierto de Año Nuevo sirve también a Austria como escaparate al mundo. Con una retransmisión en cien países, y una audiencia solo en Europa de unos 55 millones de espectadores, algunas de las piezas van acompañadas por la actuación del Ballet Estatal de Viena, este año bajo la dirección del coreógrafo Davide Bombana y con diseño de vestuario de Susanne Bisovsky.

De esta manera, y después de abrir la segunda parte del concierto con la obertura de la opereta 'El maestro del bosque', de Johann Strauss hijo, Ketevean Papaya y Eno Peçi bailaron al son del 'Vals de Ischl' (también de Strauss hijo) en unas escenas pregrabadas en Bad Ischl para conmemorar que esta localidad es una de las capitales europeas de este año. Además, en este lugar, se conocieron Francisco José I y Sissi.

La segunda aparición del ballet se produjo con la interpretación del vals 'Ciudadanos de Viena, de Carl Michael Ziehrer, cuando cinco parejas bailan en el castillo de Roseburg, famoso por sus demostraciones de cetrería. Antes, la Filarmónica de Viena interpretó 'Polka del ruiseñor' (Johann Strauss hijo), 'La fuente alta. Polca mazurca' (Eduard Strauss), la nueva polca Pizzicato (Johann Strauss hijo), con protagonismo absoluto para la sección de cuerda, y la polca estudiantina de 'La perla de Iberia' (Joseph Hellmesberger).

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'La cuadrilla', una rareza de Anton Bruckner, del que se cumple el bicentenario de su nacimiento este 2024, y '¡Feliz Año Nuevo! Galope' de Hans Christian Lumbye, dieron lugar a esas tres propinas. La novedad de esta edición fue 'Delirios' (Josef Strauss). Las otras dos son conocidas en el mundo entero: 'En el hermoso Danubio azul (Johann Strauss hijo), donde Thielemann deseó de forma sobria un feliz año a todo el mundo, y la pieza más conocida de Johann Strauss padre. Como suele ser habitual en los últimos años, el maestro dirigió más al público de la Sala Dorada, adornada con 30.000 claveles, rosas, anturios y lirios, que a sus músicos. Entonces, a Thielemann se le vio menos serio.

Viejo conocido

Cuando el concierto estaba en sus últimos compases, la Filarmónica de Viena anunció quién estará al frente del concierto del primer día de 2025. No será una mujer, como se ha venido reclamando. Los músicos eligieron al italiano Riccardo Muti, que los dirigirá por séptima vez. No quisieron arriesgar en una fecha muy señalada: el bicentenario de Johann Strauss hijo, el padre del vals.

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«Muti ha ocupado una posición excepcional en la historia de la Filarmónica de Viena durante más de 50 años. Ha contribuido a dar forma al repertorio y al sonido específico del conjunto de una manera única», señaló Daniel Froschauer, presidente de la orquesta en un comunicado. Muti, de 82 años, ha dirigido a la Filarmónica de Viena en 1997, 1997, 2000, 2004, 2018 y 2021.

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